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El informe rechaza una eventual devaluación tras el ingreso en la CEE

El informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), en el capítulo de recomendaciones, advierte al Gobierno sobre la tentación que pueda tener de recurrir a una devaluación de la peseta como mecanismo para corregir algunos de los desequilibrios y la pérdida de competitividad que genere el ingreso en la CEE. Asimismo, el documento resalta que uno de los principales obstáculos para el crecimiento económico y la generación de empleo son las rigideces internas del sistema económico.En este aspecto -el paro-, el FMI parece partir del principio de que solamente se creará empleo en España una vez que se haya puesto en orden la economía. Pero eso sólo no es suficiente. Para el FMI es crucial, además, "la continuación de la moderación salarial".

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A este respecto advierte sobre un probable fallo introducido en el Acuerdo Económico y Social (AES) de 1985 cuando afirma que "los acontecimientos salariales de 1985 dan pie a cierta preocupación cuando proponen como mínimo el mantenimiento de los salarios en términos reales". Otro problema aún pendiente es, según el FMI, el de las empresas públicas, cuyas pérdidas galopantes parecen estar hoy estabilizadas, al menos en cuanto a su crecimiento exponencial. Pero esta estabilización no ha podido tener su traducción en una mejora presupuestaria, ya que "la mejora en los flujos presupuestarios ha resultado algo oscurecida por los incrementos de las transferencias presupuestarias a aquellas empresas públicas cuyos balances necesitaban ser reforzados para hacer posible su reprivatización".

Mejora presupuestaria

El FMI llama también la atención sobre el hecho de que la mejora en el terreno presupuestario del Gobierno -reducción del déficit en términos relativos al producto industrial bruto (PIB)- ha resultado de un incremento de los impuestos, y no de una reducción de los gastos. Esto es malo, opina el informe, porque "aumenta a la larga la presión fiscal sobre la economía y no puede sustituir a una política de gastos públicos que disminuya la absorción de recursos por el sector público".

En cuanto a la política monetaria, el informe señala que "en 1985 contrariamente al pasado año, no parece que existe un mayor conflicto entre el programa monetario y los objetivos de crecimiento económico real. Pero, en los primeros cuatro meses del año, los acontecimientos monetarios parecen haberse acomodado a una tasa de inflación algo superior a la prevista. Esto, seguramente, ha contribuido al empeoramiento de las expectativas inflacionistas, que han sido asociadas al retorno a la indiciación salarial, la anticipación de la introducción del impuesto sobre el valor añadido (IVA) y el sentimiento generalizado de que la peseta pueda debilitarse". Por eso es esencial, dice el FMI, la vuelta a los objetivos iniciales, "incluso al coste de una regresión de una parte considerable de la caída de los tipos de interés".

Asimismo, el informe reitera sus críticas clásicas sobre la ineficacia del sistema financiero, su elevado coste de intermediación y, "en particular, la continua canalización de crédito a actividades privilegiadas a través de subvenciones".

A estas rigideces estructurales del sistema se debe el hecho de que el coste del dinero, según el FMI, esté todavía por encima del 17% para clientes no privilegiados.

Los expertos del FMI reiteran la necesidad de modificar el sistema de coeficientes obligatorios de la banca, ya que "existe el peligro de que los proyectos anunciados por el Gobierno se vean aplazados (...) como consecuencia de las amplias necesidades de financiación del Tesoro".

Por último, el informe se refiere a las perspectivas que plantea el ingreso en la CEE y las repercusiones de la misma sobre la inflación, la peseta y las cuentas exteriores. Advierte sobre la tentación que puede suponer paliar alguno de estos efectos mediante el recurso a la devaluación y señala que "carece de lógica" el mantenimiento de un superávit por cuenta corriente en torno a 2.000 millones de dólares, "dado el bajo nivel del ahorro y el flujo estructural de la inversión de capital".

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