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Sinfonía del Viejo Mundo en sol nublado menor

El nuevo descenso de 45 centésimas sufrido por el índice general en vísperas de la firma del histórico tratado de adhesión a la Comunidad Económica Europea muestra que la bolsa no tiene el menor deseo de comportarse como una afectuosa anfitriona con los responsables comunitarios que se encuentran en Madrid.Los operadores habían descontando hace bastante tiempo este ingreso y ahora el mercado parece más sensible a las dificultades de los primeros años de singladura comunitaria que a las hipotéticas mieles que deben de llegar más adelante. Los posibles reajustes de sectores industriales, del sistema financiero y de los servicios, así como el tema de la contribución española y los períodos de adaptación pesan en el ánimo de los expertos, previamente asustados por un negativo desarrollo bursátil que puede trocar en pulmonía la gripe actual.

Los analistas técnicos consideran que la bolsa tiene hoy que realizar otro test en la cota 109%. Hace unos cuantos días la prueba fue positiva, ya que el índice rebotó a ese nivel sin mayores dificultades, pero ahora nadie tiene esa misma confianza. Los operadores continúan insistiendo en que las ventas realizadas por las sociedades de cartera de una gran entidad bancaria (concretamente, del Banco Hispano Americano, que es ya un secreto a voces), es una de las principales causas internas para explicar la actual debilidad del mercado.

Los precios de determinados valores, especialmente eléctricos se ven así presionados a la baja para encontrar rápidamente comprador. El ejemplo más claro en la sesión de ayer fue Unión-Fenosa, que se vio castigada por esos problemas ajenos. Lo mismo se intentó con Telefónica, pero en este caso la sociedad pudo parar el golpe a tiempo. El caso es que las eléctricas se están poniendo en unos niveles tan bajos que su rentabilidad aumenta hasta el punto de que los expertos no dudan en considerar que se registre un repunte de carácter técnico, para equilibrar sus cambios. Pero ese proceso puede demorarse, ya que las grandes carteras dudan en aceptar esa oferta actual o aguardar un poco más por sí los precios bajan aún más.

Pero otros dos fenómenos influyen negativamente en la evolución bursátil. Por una parte, los desfavorables datos de coyuntura, que se ven agravados por las estimaciones de que la economía española ha registrado un crecimiento cero en los cuatro primeros meses del año. Por otra parte, el alto del precio del dinero, que ayer se mantuvo a los niveles de días anteriores, con una subasta de préstamos de casi 200.000 millones de pesetas al 14% por parte del banco emisor, mientras que los pagarés a 90 días se sitúan en idéntica rentabilidad. Esa misma tendencia se aprecia tanto en el interbancario a un día como a tres meses (que oscila entre el 14 1/8% y el 14 2/8%).

Por otra parte, la Junta Sindical decidió ayer reanudar la contratación de las acciones de Manufacturas Valls, las obligaciones de Astilleros Españoles y las obligaciones de Española de Construcción Naval, una vez que estas sociedades han cumplido los deberes de información oficialmente establecidos.

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