El Tribunal Constitucional acepta una denuncia por torturas en la Modelo
El Tribunal Constitucional ha admitido a trámite un recurso de amparo planteado por la letrado María Teresa Sánchez Concheiro en nombre de José Molina Castillo, quien en 1981 denunció unas supuestas torturas y vejaciones sufridas en un período de tres meses, durante su permanencia en la cárcel Modelo de Barcelona y cuyo caso ha sido archivado recientemente. La letrado Sánchez Concheiro asegura, en su escrito dirigido al Tribunal Constitucional, que la decisión de la Audiencia Territorial de Barcelona coloca en una situación de indefensión a su cliente, por lo que reclama la reapertura de la causa.Las diligencias judiciales instruidas a raíz de la denuncia de estos hechos, que iban dirigidas contra el ex director de la cárcel de hombres de Barcelona, Manuel Marino Camacho Panadero, contra cinco médicos del centro penitenciario y un funcionario, fueron archivadas el pasado 31 de octubre por el Juzgado de Instrucción número 12 de Barcelona. Esta decisión fue ratificada el 29 de enero pasado por la Sala Segunda de lo Penal de la Audiencia barcelonesa, que alegó unos defectos formales en la tramitación de la denuncia.
El caso Molina se abrió en diciembre de 1981, cuando Antonia Castillo Cruz denunció ante el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria la situación "irregular" en la que se encontraba su hijo José, internado en una de las celdas de observación psiquiátrica de la cárcel barcelonesa y al que no se le permitía ningún tipo de visita. Las reiteradas protestas de la madre provocaron que el juez de prisiones ordenara la apertura de una investigación y que se tomara declaración al recluso.
José Molina Castillo, que contaba 19 años de edad cuando fue presentada la denuncia y que se encontraba detenido por un delito de robo, explicó al juez de prisiones que había sido sometido a reiteradas torturas y que repetidamente era golpeado por algunos funcionarios y reclusos que ayudaban a los carceleros.
El juez ordenó el traslado del preso al hospital psiquiátrico de Santa Coloma de Gramenet, abriéndose al tiempo un expediente informativo, que concluyó en septiembre de 1983, cuando se remitió el caso al Juzgado de Guardia.
'El Palomar'
El ex director de la Modelo negó reiteradamente las acusaciones y aseguró que las lesiones, observadas por los médicos se las había producido el mismo interno, quien además se había negado, según afirmaciones del mismo funcionario, a entrevistarse con su madre durante la estancia en la cárcel.
La apertura de este caso judicial determinó que las autoridades penitenciarias acordaran clausurar las celdas de observación psquiátrica de la cárcel Modelo, conocidas en aquella época con el nombre de el Palomar.
Esta medida se concretó en el mes de agosto de 1982, pocos días después de que fuera destituido como director de la cárcel Manuel Marino Camacho, y que se nombrara como nuevo director a Bartolomé Moreno.
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