_
_
_
_
SAN ISIDRO

Los Smiths y los brasileños Veloso y Bethania calentaron la penúltima noche de fiestas

Amelia Castilla

AMELIA CASTILLA, Las penúltimas actuaciones musicales de las fiestas de San Isidro fueron presenciadas anoche por miles de personas. Los británicos Smiths, que ayer se presentaron al público madrileño, llenaron hasta la bandera la verbena del paseo de Camoens, mientras más de 8.000 personas vibraban con la actuación de los brasileños Caetano Veloso y María Bethania en el Palacio de Deportes. No han conseguido, sin embargo, excesivas ganancias económicas los feriantes instalados al lado del estadio Vicente Calderón, frente a la carretera de circunvalación a Madrid (M-30), a los que no ha acompañado el buen tiempo.

Más información
La 'movida' inmóvil

A partir de las veintiuna horas el paseo de Camoens se convirtió en un río de gente que llegaba a la verbena. Los Smiths, que hicieron su aparición pasadas las once de la noche, presentaron canciones de sus tres discos ante un público variopinto que en su gran mayoría desconocía la producción de este grupo inglés que se encuentra en estos momentos en la cima de las listas europeas.Stephen Morrisey, cantante y letrista del grupo, con sus suaves ademanes y su sentida forma de interpretar, desarrolló uno a uno los temas que le han convertido en uno de los grupos de moda de las islas británicas y, en vista del numeroso público que anoche les escuchó en el parque del Oeste, es presumible que la venta de sus discos se dispare también en nuestro país.

El problema del idioma no impidió que la gente bailase con las canciones más conocidas aunque sí dificultó la comprensión de la mayoría de sus temas lentos y desconocidos. De todas formas, su actuación, que fue televisada en directo en "La edad de oro" hizo que el éxito de Los Smith no se quede sólo en Madrid.

El paseo de Camoens ofrecía ayer el mismo espectáculo que se ha repetido durante toda la semana de fiestas.

Vendedores ocasionales de botellas de litro de cerveza, cuya fácil adquisición sin necesidad de sacar tiques con antelación, despejaba considerablemente los puestos oficiales de venta. Botellas, que llenas de arena y arrojadas al aire son la causa de la parte más negativa de las fiestas. Al mismo tiempo que Morrosey y su banda hacían subir el termómetro del paseo de Camoens, María Bethania y Caetano Veloso ofrecían, en un Palacio de los Deportes abarrotado, todo un espectáculo de música caliente brasileña. Los ritmos tropicales actualizados de Veloso se complementan con las sambas y boissas clásicas de su hermana María.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La lluvia, el frío, la crisis y el hecho de que se programen actividades festivas en diferentes puntos de la ciudad son algunas de las causas esgrimidas por los feriantes para explicar el resultado económico de unas fiestas que nos les han ido tan bien como esperaban. Ahora, cuando sólo queda un día para que las fiestas terminen, los feriantes se quejan de su aislamiento y afirman que sólo aspiran a cubrir gastos y piden a San Isidro que no llueva.

"¡Nos ha ido fatal! El día clave, que fue el miércoles, festividad del patrón, nos llovió toda la tarde y no hicimos nada", asegura Celestino Morejón, de 52 años, churrero de profesión, que a duras penas si pudo conseguir hacer ese día una caja de cerca de 3.000 pesetas. De la misma opinión es Pepe, conocido como El Verbenas, que tiene un pequeño tenderete compuesto por dos paquetes de tabaco rubio y un balón: "Ya lo dice el refrán: San Isidro labrador, agüita para el campo, pero mal negocio para nosotros".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_