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El árbol de la ciencia hunde sus raices en el desencanto

La apatía del mercado se vio positivamente modificada a primeras horas de ayer por las noticias sobre el compromiso franco-alemán de finalizar con éxito, el próximo jueves, las negociaciones de adhesión de España y Portugal a la Comunidad Económica Europea. Los analistas más sesudos consideran que este hecho, si se produce, marcará el momento en que será necesario analizar cuidadosamente en qué medida ese ingreso afecta a cada uno de los sectores industriales españoles. Pero tampoco es bueno marchar contra la corriente, y los operadores, a estas alturas, muestran una clara tendencia a reaccionar con el máximo optimismo ante la posibilidad de que España se convierta en miembro de la CEE. Más dura será la caída, como diría Bogey.

Así las cosas, no faltan voces que apuestan por una milagrosa recuperación de la bolsa, que podría llevar nuevamentemente al índice general hacia las cotas altas de principios del pasado mes de febrero, aunque sin llegar a superar el récord conquistado en lo que va de año (117,41 %.). Estas previsiones se cifran tanto en el sentir de los operadores como en las previsiones de evolución para la divisa estadounidense, que el análisis técnico continúa situando en 170 pesetas a poco que transcurra un mes.

Los más escépticos, sin embargo, piensan que el repunte de ayer sólo está basado en los precios relativamente bajos de determinados valores, especialmente eléctricos. En buena lógica, afirman, estas sociedades deberían haber sentido las influencias negativas de las informaciones publicadas respecto a la paralización de los intercambios de activos. Y recuerdan el peligro de que las eléctricas se vean obligadas a recortar al 5% sus dividendos para el proximo año si sus actuales diferencias respecto a la valoración contable de estos activos les impiden alcanzar un acuerdo.

Y precisamente las eléctricas han sido el motor de la flexión de ayer. Junto a ellas, Telefónica, aunque en este caso las informaciones son más positivas, al anunciar esta compañía que la ampliación por 32.000 millones de pesetas se cubrió completamente y que durante el período de suscripción se negociaron unos 130 millones de cupones, el 20% del total puesto en circulación. Los analistas consideran que el resultado de la operación supone la consolidación,del cambio de estas acciones a los niveles actuales.

La situación del mercado, por consiguiente, no parece tan segura como pudiera parecer a primera vista, sobre todo cuando otros corros -como el bancario- no parecen estar en condiciones de apoyar cualquier iniciativa alcista (el volumen de negociación ha aumentado hasta los 1.700 millones, pero tampoco es gran cosa). Además, la coyuntura económica tampoco influirá positivamente, ya que el anuncio oficial de un incremento del 0,7% en el índice de precios al consumo (IPC) para febrero supera con creces las previsiones de los expertos, que consideraban que la inflación se habría situado en torno al 0,2% o a un nivel incluso inferior.

La anécdota del día estuvo protagonizada por Koipe, que no llegó a fijar cambio, por lo que surgieron rumores de suspensión de cotización por parte de la Junta Sindical, que fueron desmentidos.

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