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Hunosa perdió 28.200 millones de pesetas en 1984

Las pérdidas de la empresa pública Hulleras del Norte, SA (Hunosa), en 1984 podrían aproximarse a 1.200 millones de pesetas, según las primeras estimaciones realizadas por los responsables de la compañía, cuya cuenta de resultados podrá conocerse probablemente la próxima semana. A esta cifra hay que añadir otros 27.000 millones de pesetas que ha recibido la empresa en concepto de subvenciones por tonelada de carbón extraída.

El pasado año Hunosa logró el 99,4% del porcentaje mínimo establecido en el plan trienal (1984-1986), al conseguir una producción de 3.100.894 toneladas de carbón en los doce meses de 1984. Los resultados alcanzados en el año recién terminado obligan a Hunosa a recuperar, entre 1985 y 1986, un total de 18.912 toneladas de carbón, pues el contrato por programa firmado entre la empresa y la Administración preveía para 1984 una producción de 3.148.000 toneladas, mientras que la obtenida fue solamente de 3.129.088.

Objetivos alcanzables

A juicio de la dirección de Hunosa, "se ha superado un año 1984 muy difícil, pero en el que se ha demostrado claramente que los objetivos son perfectamente alcanzables dentro de un clima de normal estabilidad en la empresa. Es un hecho el respaldo económico y financiero de la Administración al plan trienal, y, por tanto, nos cabe a todos en la empresa la responsabilidad de cumplir unos compromisos posibles que, además, son el único camino hacia él futuro. Esa es la realidad de 1984 y el reto de todos los trabajadores y todas las representaciones de la empresa de cara no sólo a 1985, sino al nuevo marco energético y económico que forzosamente ha de representar nuestra transición y posterior integración en la CEE".Hunosa tuvo unas pérdidas en 1983 de 4.500 millones de pesetas, a los que hay que añadir 20.000 millones en concepto de subvención por tonelada de carbón extraída. En la actualidad la plantilla de esta empresa pública es de 21.000 trabajadores.

La firma del plan trienal el pasado 28 de abril de 1984 supuso el fin de un largo periodo de conflictividad en la empresa hullera, que tuvo su punto álgido al principio de año. El plan establece unos índices de producción y de rendimiento laboral que, en caso de evolución negativa superior en un 2%, invalidarían el acuerdo alcanzado en el mes de abril.

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