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Un piloto más alto que Ramón Franco

El hombre que repetirá la hazaña de Ramón Franco, y saldrá en el Plus Ultra de Palos de Moguer el 22 de enero de 1986, para amerizar en el Mar del Plata 19 días más tarde, quería ser de pequeño piloto y periodista, y debe de tener una cierta tenacidad, porque años después se convirtió en ambas cosas. Se llama Nicolás Valero, nació en Toledo, viste un impecable temo gris marengo rayado y tiene el pelo absolutamente cano, pinta de dandy, una voz grave, ademanes medidos y un ancho anillo de oro en el dedo meñique de la mano izquierda. Parece, también, no sustraerse a algunas coqueterías, entre las que algún día podría estar la de quitarse años. Confiesa 42.La vida de Nicolás Valero transcurre entre el aire y la letra impresa, y dice no tener otra afición, cuando se baja del DC-9, que dirigir la revista 082, especializada en transporte. Le gustan por igual la aviación y el periodismo. "Juzgo importante que un hombre guarde el equilibrio con dos aspectos de esta naturaleza", afirma. "Como piloto, que no se sumerja en la cabina de un avión; como periodista, que no se manche demasiado las manos de tinta".

Se hizo piloto a los, 18 años en el Ejército, donde pasó cuatro años. Después, ejerciendo ya el periodismo, que estudió en Santander, trabajó otros tres años de fumigador, en compañías privadas. Más tarde ingresó en Iberia, donde lleva 18 años, 13 de ellos de comandante.

¿En qué se parece Nicolás Valero a Ramón Franco? "Él era bastante más bajito que yo, y hacer el vuelo del Plus Ultra es una pura coincidencia". Una coincidencia buscada, porque Valero y las tres personas que le acompañarán -una de ellas, periodista-, y cuyos nombres prefiere no revelar, por el momento -"en aquel tiempo también hubo presiones políticas para incluir a alguien de tal o cual estamento, e intuyo que también las va a haber ahora"-, harán exactamente las mismas etapas, con los mismos días y minutos que entonces, porque "no se intenta mejorar una hazaña ni batir ningún récord", según comenta.

A Nicolás Valero se le ocurrió emular al hermano rojo del general Franco hace unos años, pero cree que éste es el momento de realizar el vuelo. "España", dice, "está llena de arrojados señores que cada vez que saltaban el océano iban a conquistar algo. El vuelo inicial del Plus Ultra también era una conquista. Un día me entrevisté con Eloy Castañares, secretario de la Unión de Periodistas, y le dije que por qué, en vez de conquistar algo, no repetíamos la hazáña vinculándola a la Unión de Periodistas, para exportar libertad por vez prímera en este país. Nos gustaría que fuera el vuelo de la libertad de expresión, de la que tan necesitados estamos, y más aquellos países a los que se dirige el Plus Ultra".

Valero calcula que el recibimiento en el Mar del Plata será apoteósico. "En España, desde Viriato a nuestras fechas, una gesta así llama la atención, pero a un cierto nivel. Allí, en Argentina, tienen una historia más corta, y esto supone un cierto hito. Cuando fuimos sólo a pedir el avión nos bombardearon a llamadas en el hotel".

Con el aparato, que traerán a España desmontado, en la barriga de un Jumbo de Iberia, el comandante Valero cree que no tendrá problemas -"si voló, volará"- y espera que la segunda singladura del Plus Ultra no se parezca tanto a la primera que se le rompa, en mitad del océano, una hélice y un conducto de gasolina.

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