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Disculpas y multa

Alex Martínez Roig

"El señor Connors me ha pedido disculpas en una conversación privada y yo las he aceptado". Así quedaba cerrado, según el británico Alan Mills, el juez árbitro de la final, el incidente protagonizado por el estadounidense Jimmy Connors durante su partido con el sueco Mats Wilander. Mills había dicho el mismo domingo: "No descarto la posibilidad de que Connors sea descalificado, lo que significaría el triunfo de Suecia porque no puede ser sustituido".Esas palabras de Mills sonaban demasiado duras teniendo en cuenta que Estados Unidos domina económicamente el tenis mundial. Y la amenaza se frenó rápidamente. La federación internacional comunicó ayer por la mañana a Mills que se había equivocado en la interpretación del reglamento, ya que un jugador descalificado puede ser sustituido sin pérdida del punto.

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Luego, aunque nunca podrá probarse, se le insinuó que una decisión tan grave sería muy perjudicial para el espectáculo de la final. Mills captó la insinuación y todo el castigo se redujo a una multa de 2.000 dólares (unas 330.000 pesetas). El jugador acumula así una cantidad en multas de 5.750 dólares (cerca de un millón de pesetas) en lo que va de temporada, por lo que Connors se acerca al total de 7.500 dólares en multas a partir del cual se recibe una sanción de 21 días de suspensión.

Mills tuvo que representar un triste papel al rectificar en público su actitud retadora del primer día: "Sí, me equivoqué en la interpretación del reglamento", dijo ayer. Poco después se repartía la hoja oficial en la que estaban transcritos, con todas sus letras, todos los insultos de Connors.

Según la denuncia oficial, Connors golpeó con su raqueta la silla del juez; reaccionó con violencia verbal cuando el juez le dijo "tiempo" y contestó: "Métete el tiempo en el culo", y se insultó a sí mismo, según reconoce el juez, poniendo en duda su propia masculinidad cuando falló un golpe.

El británico Mills explicó que la conversación privada se había desarrollado ayer por la mañana con la presencia del capitán estadounidense, Arhur Ashe, y que Connors le había pedido disculpas por su comportamiento "porque estoy muy nervioso por el próximo nacimiento de mi segundo hijo".

Alguien le preguntó a Mills por qué las excusas habían tardado tanto: "Quizá, porque los norteamericanos querían que Connors durmiese tranquilo". Connors, orgulloso, había afirmado el día anterior: "No tengo nada de lo que arrepentirme en toda mi vida, sean las cosas buenas o rnalas".

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Sobre la firma

Alex Martínez Roig
Es de Barcelona, donde comenzó en el periodismo en 'El Periódico' y en Radio Barcelona. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Deportes, creador de Tentaciones, subdirector de EPS y profesor de la Escuela. Ha dirigido los contenidos de Canal + y Movistar +. Es presidente no ejecutivo de Morena Films y asesora a Penguin Random House.

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