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Preparativos para un cambio de rumbo

Siempre se pueden encontrar inversores que ponen buena cara al mal tiempo; por eso, a pesar de que todos los análisis técnicos marcan una tendencia a la baja, en la jornada de ayer los más arriesgados comenzaron a replegar velas y a prepararse para un cambio de rumbo. No es ninguna novedad que si la bolsa se encuentra en una fase de descenso, la próxima será de elevación. Así que todo el truco, que no es poco, consiste en adelantarse a los acontecimientos.Y en la sesión de ayer se dieron cita muchos madrugadores, que consiguieron que el mercado se encontrase más resiste que en la jornada anterior, con más presencia de dinero y con la consiguiente y parcial retirada de órdenes vendedoras. En todo caso, el volumen de negocación se situó por encima del martes, que registró 1.099,2 millones de pesetas efectivas.

Los analistas responsabilizaron de esta mejora a las palabras del gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, en el transcurso de su intervención ante la Comisión de Economía del Congreso, que afirmaban rotundamente la prosecución del descenso de los tipos de interés. Esta buena noticia para la renta variable pesó mucho más que el asesinato de la primera ministra de la India, Indira Gandhi, que no influyó en el comportamiento del parque.

Al igual que ocurre cuando la tendencia no cumple exactamente lo que esperan los expertos, comienzan a surgir dudas en cuando a la bondad de los pronósticos. Así ocurrió ayer, viéndose las diferencias de interpretación de la situación del mercado. Quizá más debidas al nerviosismo que se vive actualmente que a un reposado estudio de la realidad.

En aras de la objetividad, sin embargo, hay que reconocer que las incógnitas eléctricas continúan sin resolverse, y la relativa mejora del corro se debe casi exclusivamente a lo favorable de los cambios actuales después del castigo de jornadas anteriores. Sustancialmente, nada ha cambiado. Aunque no sería desdeñable comprobar que estos valores han podido tocar fondo en su persistente caída.

Más significativo ha sido el movimiento efectuado por los bancos, a los que en estas circunstancias muchos analistas consideran que son los únicos que pueden aportar algo a la bolsa en lo que resta de año. El dinero se ha acercado al sector, concretamente, al Popular y Santander, y aunque los saldos por caja de las siete grandes entidades siguieron siendo negativos, las cifras fueron menores que en días pasados. Algo empieza a moverse por esas alturas.

Esos síntomas han sido suficientes para que algunos expertos apunten la posibilidad de un repunte en la sesión del próximo viernes, mientras que una opinión más conservadora y más realista retrasa hasta la siguiente tanda semanal se cambio de tendencia. En todo caso, parece bastante claro que al cerrar la sesión de ayer se encontraba dinero para bastastes valores, mientras que la presencia del papel era muy pequeña. Eso no debe significar un cambio de tendencia, sino, quizá solamente, de cambio de actitud, que no es lo mismo. En la semana de las elecciones presidenciales norteamericanas sí sería más fácil que comenzase ese giro positivo.

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