Situación de emergencia en Galicia ante la llegada del ciclón 'Hortensia', prevista para la pasada madrugada

Toda la red de alerta de Protección Civil en Galicia fue puesta en marcha desde la mañana de ayer, ante la previsible llegada a las costas del ciclón Hortensia, anunciada por los servicios meteorológicos. El temporal se habrá producido en Galicia, de acuerdo con esas previsiones, en la pasada madrugada, y durante el día de hoy afectará, según los indicios existentes, a la cornisa cantábrica.

La situación de emergencia fue establecida desde en la Delegación del Gobierno en Galicia, en los gobiernos civiles de la comunidad y en ayuntamientos costeros o con riesgos de inundación, manteniéndose así "hasta que haya desaparecido el peligro". Las primeras reacciones ante los eventuales efectos de la profunda borrasca -cuyo centro, según las últimas previsiones, se iba a situar a unos 200 kilómetros al noroeste de La Coruña, con vientos de 80 a 100 kilómetros hora se registraron en el sector pesquero y marítimo. Las flotas de bajura se refugiaron en los puertos, con especiales medidas de precaución en la costa coruñesa, previsiblemente la más afectada.

Psicosis

La relativa calma con que fueron acogidas por la población las primeras referencias informativas sobre el empeoramiento del tiempo -ayer se registraron en La Coruña 87,7 litros de agua por metro cuadrado- fue transformándose durante el día de ayer en inquietud y cierta psicosis ante el paso del Hortensia. Las emisoras de radio transmitieron desde primeras horas de la tarde instrucciones genéricas, remitidas por Protección Civil, en las que, "dada la alarma de vientos huracanados", se aconsejaba, entre otro tipo de medidas, no utilizar el teléfono, mantenerse en el interior de las viviendas, y en caso de viajar en coche, "refugiarse en cualquier depresión del terreno".

Aunque las. primeras rachas de viento con cierta intensidad no se empezaron a sentir hasta primeras horas de la noche de ayer, las primeras reacciones ciudadanas se hicieron notar por la tarde, con la suspensión de clases en buen número de centros escolares de las ciudades gallegas.

La alarma no hizo mella, por el contrario, en el programa de movilizaciones de los trabajadores del sector naval de El Ferrol.

Varios miles de ellas se manifestaron, como estaba previsto, a partir de las 17 horas en protesta por los planes de reconversión de los astilleros.

Temor de inundaciones

En La Coruña, la mayor inquietud se palpaba en la zona urbana próxima a la playa de Riazor, y se temían inundaciones debido a la coincidencia con fuertes mareas. En la Delegación del Gobierno y gobiernos civiles, particularmente en el caso coruñés, las llamadas telefónicas desde ayuntamientos y otros organismos eran constantes. Ante cualquier eventualidad, se solicitó la colaboración de radioaficionados, Ejército y Cruz Roja, aparte de todo el dispositivo de Protección Civil, cuyo director general, Antonio Figueruelo, desde Madrid, mantenía permanente contacto con las autoridades gubernativas en Galicia. Por la Jefatura, sectores y subsectores de Tráfico se tomaron igualmente medidas para la protección e información de vehículos en ruta, así como para actuar en caso de evacuaciones. Especiales llamamientos de alerta se transmitieron asimismo a los aeropuertos, cofradías de pescadores, directores de puertos, clubes náuticos y compañías eléctricas.