Terry Tao,

un niño australiano de ocho años, empieza a ser conocido como el Mozart de las matemáticas, a pesar, eso sí, de que necesita ayuda para atarse los cordones de los zapatos. Está estudiando matemáticas de nivel universitario, y un profesor estadounidense ha dicho que quizá sea el niño mejor dotado del mundo para las matemáticas. Su padre, Billy Tao, un pediatra chino llegado a Australia en 1972 procedente de la Universidad de Hong Kong, dice que Terry puede hablar como un adulto con los adultos y como un niño con los críos de su edad.