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RELIGIÓN

Consagrado obispo un polémico pastor anglicano que pone en cuestión la virginidad de María y la resurreción de Cristo

Soledad Gallego-Díaz

Una de las figuras más polémicas de la Iglesia de Inglaterra, el pastor David Jenkins, profesor de Teología de la Universidad de Leeds, fue consagrado ayer obispo de Durham, pese a que varios miles de rieles firmaron una carta solicitando que se retractara previamente de unas explosivas declaraciones sobre el significado de algunos de los principales dogmas anglicanos, entre ellos la virginidad de María y la resurrección de Jesucristo. La ceremonia fue interrumpida por un hombre que gritó "Esto es una blasfemia contra Cristo" y por otro que se colocó en el pasillo con los brazos en cruz. La policía tuvo que sacarles del templo.

La polémica se desató hace dos meses, cuando Jenkins, que cuenta 59 años y fue ordenado hace 30, dijo en un programa religioso de la televisión británica que él creía en la divinidad de Jesús, pero que, tal creencia no es imprescindible para ser cristiano. Según el nuevo obispo, años después de la muerte de Jesucristo sus seguidores, para acentuar ese carácter divino, afirmaron que su madre era virgen. "Ésa es una historia que quiere simbolizar la fe en que Jesús es Dios". "La polémica", replica Jenkins, "se ha creado porque la gente confunde las creencias con las evidencias de esas creencias. Por eso dicen que si no creo en la virginidad física de María niego que Jesús es hijo de Dios y de naturaleza divina, lo cual es absurdo".David Jenkins se queja también de la mala interpretación que se ha dado a su posición sobre la resurrección de Cristo: "Porque digo que no hay pruebas de dicha resurrección me acusan de no creer en ella. Yo creo que Jesús se mostró a sus discípulos y que estaba vivo, pero eso no quiere decir que se levantara físicamente de su tumba".

Sus explicaciones han convencido a la máxima jerarquía de la Iglesia de Inglaterra, el obispo de Canterbury, Robert Runcie, y a su segundo, el arzobispo de York, John Habgood. "Jenkins cree en los dogmas, pero pone en duda la forma en la que han sido transmitidos a través de la historia. No hay ninguna razón por la que no pueda ser consagrado obispo", explicó Habgood.

Reacción violenta

La reacción ha sido, sin embargo, mucho más violenta en los medios tradicionales de la Iglesia de Inglaterra para quienes Jenkins defiende casi posiciones heréticas. Tanto anglicanos como evangelistas se han unido para criticar al nuevo obispo y acusarle de dividir a la Iglesia. Uno de los miembros del Sínodo de Obispos, David Holloway señaló que "el nacimiento virginal de Jesucristo y el hecho físico de su resurrección de la tumba son absolutamente fundamentales en la doctrina de la Iglesia de Inglaterra, y así figuran en sus dogmas y credos".En tres semanas, los detractores de David Jenkins lograron reunir 12.000 firmas contrarias a su consagración. La irritación de los sectores más tradicionales es tan fuerte que los amigos de Jenkins temen que se produzcan incidentes en sus primeras apariciones públicas como obispo de Durham, una diócesis al norte de Inglaterra, considerada como la cuarta en importancia en el país.

"Las tesis del reverendo Jenkins no son tan nuevas", explica un pastor de su diócesis; "otros muchos obispos piensan lo mismo, como lo prueba la encuesta realizada por la televisión". De 39 obispos consultados, sólo 11 consideran "esencial" creer en la divinidad de Jesús; 10 dudaron del hecho físico de la virginidad de María, y nueve, de la resurrección al tercer día.

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