Las cajas de ahorro no mencionaron la reforma en su asamblea anual
Los presidentes y directores generales de las 80 cajas de ahorro iniciaron ayer su asamblea anual, cuya clausura está prevista para hoy con la intervención del ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer. El tema que más podría afectar al futuro personal de los reunidos, el anunciado proyecto de ley de reforma de los órganos rectores de este tercio del sistema financiero, está ausente de la asamblea, por entender oficialmente que ya fue tratado con suficiencia el año pasado, aunque en medios de las cajas persiste la esperanza de que se demore o ajuste a las opiniones elevadas hace unos meses al ministro Boyer.Ni el gobernador saliente del Banco de España, José Ramón Álvarez Rendueles, quien se despidió de los presentes porque su mandato termina el próximo mes, ni el director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), Miguel Allué, se refirieron en sus discursos de apertura al proyecto anunciado por el PSOE y luego por el Gobierno socialista. Ambos coincidieron en destacar la eficacia y excelentes resultados de las cajas.
En su intervención, el gobernador del Banco de España señaló que las cajas recibieron el año pasado del banco emisor, por su colaboración monetaria (derivada de la financiación de dicho déficit) 113.000 millones de pesetas (casi la mitad de lo empleado a tal fin), 53.000 millones de pesetas más que en 1982. También se refirió a la aproximación que han logrado las cajas respecto a la banca en diversos frentes.
Advertencias a las cajas
Álvarez Rendueles hizo, no obstante, algunas advertencias a las cajas: que cuiden los fuertes aumentos en la emisión de cédulas hipotecarias para evitar efectos negativos futuros, que sopesen la baja remuneración de los servicios, y fundamentalmente que reduzcan los gastos de personal pues el año pasado crecieron el 16,6%, cinco puntos por encima de la banca, aunque los gastos generales estuvieron en un nivel similar (16,7% de aumento), debido al proceso de automatización.Por su parte, Miguel Allué, quien días pasados confirmó que durante el primer trimestre del presente año los beneficios de las cajas crecieron un 33% y las dotaciones de insolvencia más de un cien por cien sobre enero-marzo de 1983, destacó que las cajas han abierto en un año 508 oficinas (tienen 10.082) y generaron 1.507 nuevos empleos (tienen 64.390), al tiempo que elevaron sus recursos ajenos, captados mediante 43 millones de cuentas, en un billón de pesetas (hasta 6,4 billones). Se quejó del excesivo intervencionismo ("no estamos ante una paralización, sino un retroceso en el proceso de liberalización del sistema financiero"), y aseguró que las cajas no tienen problemas, sino que son la solución para muchos de los existentes.
