El industrial que contrató a los asesinos de Leiba en Hendaya tenía amenazas de ETA

El industrial que, según la policía, contrató a los presuntos asesinos de Jean Pierre Leiba, trabajador francés muerto en Hendaya el pasado jueves, fue amenazado tiempo atrás por ETA, según manifestaron ayer fuentes policiales. El citado industrial, que huyó de su domicilio el mismo, día del asesinato y de la detención de sus presuntos autores, es natiral de Pamplona, dirige un negocio de garajes y está afincado en Guipúzcoa.

Las mismas fuentes sostienen que un ciudadano francés participó en el atentado de Hendaya y muy probablemente no cruzó la frontera española. Este dato coincide con las informaciones suministradas en un primer momento por testigos del asesinato, según los cuales uno de sus autores huyó en dirección opuesta a la frontera, al contrario que sus dos compañeros.De las declaraciones de los cuatro detenidos por la Policía española -Daniel Fernández, Mariano Moraleda Muñoz, Juan Luis García y Vicente Manuel Fernández-, se desprende que el atentado iba dirigido contra dos de los refugiados vascos que caminahan delante de Jean Pierre Leiba, trabajador, al igual que Daniel Fernández de la cooperativa de manutención, empresa contratada por TRANSFESA para determinados servicios de la estación de ferrocarril de Hendaya.

Los detenidos insisten en atribuir a la víctima el fracaso de la operación dirigida contra los refugiados, quienes, al parecer, demostraron "estar sobre aviso" del atentado que se preparaba contra ellos. Los cuatro detenidos, que, previsiblemente, comparecerán en las próximas horas ante la Audiencia Nacional, han modificado, al parecer, alguna de sus anteriores declaraciones y sostienen ahora que actuaron exclusivamente por móviles que definen con el adjetivo de "patrióticos".

Las mismas fuentes han precisado que los detenidos, que permanecen sometidos a la legislación antiterrorista, suponen pertenecer a los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) pero, al parecer, no poseen dato alguno que demuestre su vinculación con esta banda terrorista. Por el contrario, la policía se inclina ahora a pensar que el atentado respondía a una iniciativa paralela a los GAL, promovida quizás individualmente por alguien que ha sufrido las acciones de ETA. En cualquier caso, las fuentes policiales afirman ignorar casi todo del GAL, grupo que negó días atrás que los detenidos pertenezcan a esa organización.

Daniel Fernández, Dani, trabajaba desde hace dos años en la empresa en la que están empleados los refugiados contra los que pretendía atentar, y de ahí se deduce la posibilidad de que fuera contratado para esa acción.

Por otro lado, el Gobierno Vasco mostró ayer su preocupación por la información publicada el domingo en este periódico, según la cual un empresario afincado en Guipúzcoa, está presuntamente implicado en actividades contraterroristas, informa Efe. El portavoz del Ejecutivo autónomo en funciones, Pedro Miguel Etxenike, manifestó que "estas atribuciones, hechas de forma no nominal, producen una inquietud legítima en la clase empresarial, por lo que el Gobierno Vasco expresa su preocupación y espera que esto se clarifique inmediatamente".

Por su parte, José María Vizcaíno, presidente de la Confederación de Empresarios Vascos, ha manifestado a Europa Press su sorpresa por la información publicada en EL PAIS sobre este tema, a la vez que ha señalado que su preocupación "es mayor cuando se trata de la tercera vez que suceden intentos de involucrar a empresarios vascos con acciones directas contra grupos o personas terroristas. Incluso, en alguna ocasión, estas acusaciones han venido de esferas oficiales".