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El Ayuntamiento de Hendaya convoca para hoy una manifestación contra el secuestro de Marey

La familia de Segundo Marey, ciudadano español secuestrado el domingo en su domicilio de Hendaya (Francia) por unos desconocidos, hizo público a última hora de la tarde de ayer un comunicado en el que solicita la puesta en libertad del retenido, de quien afirma que carece de cualquier afiliación política, y aclara que está convencida de que los autores del secuestro son "miembros de la extrema derecha española en complicidad con la francesa". Por su parte, el Ayuntamiento de Hendaya ha convocado para hoy, jueves, una manifestación que suponga la paralización de toda actividad laboral y comercial, a las seis de la tarde, para protestar por el secuestro. El presunto implicado que el juez de Bayona envió el martes a la cárcel como sospechoso del secuestro, Pedro Sánchez, es un ex legionario francés que trabajó en el servicio de información del Ejército galo. Vinculado a la OAS y también al Servicio de Acción Cívica (SAC), organización paralela a la OAS (banda armada declarada ilegal en Francia), el detenido carecía de antecedentes penales, había trabajado para empresas de seguridad bancarias e incluso prestó servicios de protección al candidato de la derecha durante las últimas elecciones municipales en Biarritz.Tal y como publicaba ayer la Prensa del país vecino, Pedro Sánchez ha declarado al juez que en el momento de ser detenido se encontraba realizando labores de información para su uso privado, y explicó que las porras que tenía en el coche las utilizaba para cazar.

El detenido, que ingresó ya en la cárcel de Bayona, habrá de permanecer en ella mientras sigan las investigaciones de la policía relativas a su caso. Al tratarse de un problema de competencia de la Corte criminal, éstas pueden alargarse hasta, más de un año, y la penalización del caso dependerá del tiempo de duración del secuestro.

"Meter miedo"

La familia de Segundo Marey sigue desolada y sosteniendo la teoría de que este hecho se trata de un error. Esta misma idea la sustentada la abogada de la familia, Christianne Fando, que declaró ayer a este periódico que, "si no se trata de un error, hay que suponer que han intentado ir a lo bestia, a por cualquier persona, para hacer ver que todo ciudadano de este país es un blanco fácil de posibles atentados. Es una forma de meter miedo".La abogada francesa, que atiende también en estos momentos el caso del refugiado Larretxea, atropellado por el coche en que iban cuatro policías españoles, así como el de los dos refugiados de Tolosa desaparecidos también en Hendaya el pasado mes de octubre -"de los que no se sabe nada"-, explicó a EL PAÍS que el final de este secuestro no se puede imaginar porque "en estos casos la lógica no vale. Hasta hoy, ninguno de los desaparecidos en iguales circunstancias ha aparecido, por lo que la familia se encuentra en la duda de esperar un final feliz o el peor final".

Los amigos y compañeros de trabajo del desaparecido se concentraron ayer nuevamente ante el Ayuntamiento de Hendaya para solicitar información del alcalde, que se entrevistará próximamente con el ministro del Interior francés, Gaston Defferre. Por lo que se refiere a la competencia del Gobierno francés en estos casos, Christianne Fando manifestó ayer que el Gabinete está perfectamente enterado de "lo que es un auténtico problema político: el que la policía española arregla sus problemas aquí. Si no responde a ello y no pone medidas para evitarlo, es porque es cómplice, lo que me parece un asunto grave".

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