Manifestaciones en numerosas capitales y silencio de protesta en Madrid y Barcelona

Numerosas capitales españolas fueron escenario, a primeras hora de la noche de ayer, de manifestaciones contra el terrorismo. A la hora de cerrar esta edición la impresión general era de normalidad, con algunos incidentes ligeros -por ejemplo en Valencia y Albacete- protagonizados por individuos aislados de ideología ultraderechista. Por la mañana, Gobierno, partidos políticos e instituciones mantuvieron escrupulosamente un minuto de silencio en señal de protesta por el asesinato del capitán Alberto Martín Barrios y por la ola de terrorismo en general.

Las cifras que han podido recogerse señalan que en Valladolid se reunieron unas 40.000 personas, una de las mayores concentraciones conocidas en la ciudad, y en Valencia acudieron unas 20.000 personas y el rector de la Universidad, Joaquín Colomer leyó un manifiesto unitario. También en Galicia hubo manifestaciones: en Santiago, ante unos 3.000 asistentes, el presidente de la Xunta, Gerardo Fernández, leyó un manifiesto unitario; en La Coruña, se manifestaron unas 15.000 personas; en Vigo, 7.000; en Pontevedra, más de 6.000.En León, la estimación de la Policía Municipal era de 15.000 asistentes; en Ciudad Real, unos 2.000, en Logroño unos 3..000 y en Albacete sobre 5.000 manifestantes. Se estima que en Palma de Mallorca hubo unos 6.0100 asistentes.

En cuanto al silencio (le duelode la mañana, la respuesta en la calle fue desigual, aunque en algunos puntos, como el centro de Madrid o determinadas calles de Barcelona -donde la policía municipal llegó a detener el tráfico-, la paralización ciudadana fue casi total.

La ejecutiva federal del PSOE -que, encabezada por Felipe González y Alfonso Guerra, se en contraba reunida a mediodía de ayer en la sede de la calle de Ferraz- guardó un minuto de silencio, y tres de sus miembros salieron a la calle, igual que la mayor parte de los trabajadores del partido. También el personal de la Moncloa paralizó sus trabajos durante un minuto, y en la sede del PCE, la presidenta y el secretario general encabezaron una concentración.

En la Generalitat de Cataluña, el seguimiento de la consigna fue masivo, según fuentes de la institución autonómica. El presidente Jordi Pujol suspendió la reunión que en aquel momento sostenía. con altos cargos y guardó el minuto de silencio. Funcionarios de la Generalitat salieron de la sede para permanecer en posición de firmes en la plaza de Sant Jaume. Lo mismo hizo un pelotón de los mossos d'esquadra (policía autonómica).

Algunas grandes empresas, como Seat o La Maquinista Terrestre y Marítima, en Barcelona, también se paralizaron. En las grandes ciudades, el tráfico se detuvo en algunos puntos.

En Madrid, la comisión permanente del Ayuntamiento interrumpió su actividad a las doce menos cinco para bajar a la Plaza de la Villa y guardar allí, a partir del mediodía, unos minutos de silencio. Junto al alcalde, Enrique Tierno, y los miembros de la permanente, salieron a la plaza funcionarios del Ayuntamiento y miembros del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), que realizaban una visita de cortesía a la Plaza de la Villa.

En Sevilla, el presidente del Gobierno andaluz, Rafael Escuredo, y el presidente del parlamento autónomo, Antonio Ojeda, figuraron en la cabeza de una marcha de alrededor de 10.000 personas.