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La 'guerra de los catecismos'

El Ministerio de Educación decide prohibir a los colegios la utilización de los catecismos editados sin su autorización

El contencioso que enfrenta desde hace tres meses a las autoridades del Ministerio de Educación con la Conferencia Episcopal Española, a propósito de la publicación por ésta de un catecismo, sin la preceptiva autorización legal, se agravó ayer al publicar un comunicado las autoridades académicas prohibiendo a los colegios la utilización de tales catecismos. El Episcopado, en un comunicado, replicó señalando que tal prohibición "sería un paso de especial trascendencia que todavía no nos atrevemos a calificar", y señala que la orden ministerial aducida sólo se refiere a "efectos externos pedagógicos".

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Aunque dentro de un clima perceptiblemente tenso, ambas partes trataron ayer de no hacer declaraciones que supusieran una ruptura irreversible con la otra parte. Así, la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, en una nota hecha pública en la tarde de ayer, evita desafiar claramente al Gobierno, sin afirmar taxativamente que piense mantener su catecismo -aunque del texto pueda desprenderse tal intención.El Ministerio, por su parte, en su circular a los colegios prohibiendo el empleo de los catecismos, se limita a destacar que la Inspección de Educación Básica del Estado "cuidará del estricto cumplimiento" de la orden prohibitoria. Pero en ningún caso se hace mención de las sanciones que podrían aplicarse, y que, legalmente, podrían consistir en la retirada de subvenciones a los colegios privados que desobedezcan el contenido de la circular y en multas de 100.000 a 150.000 pesetas.

La circular enviada ayer por la Dirección General de EGB a los directores provinciales del ministerio, para su distribución a los colegios, reitera que, mientras siga vigente la actual legislación" sólo podrán utilizarse libros y. material didáctico autorizados por el ministerio, "circunstancia que no se da en los catecismos escolares de religión y moral católicas para quinto y sexto curso de EGB".

El 'nihil obstat' no es requisito suficiente

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Estos catecismos, lanzados por la Editorial Conferencia Episcopal, contenían textos sobre el aborto que fueron juzgados por representantes del ministerio, en sus negociaciones con la Conferencia Episcopal los meses de junio y julio, como "susceptibles de crear confusión" entre los escolares, al equiparar el aborto con el homicidio, la guerra o el terrorismo.

Las autoridades gubernativas fundamentan su postura en diversos textos legales, como el artículo VI del Acuerdo entre España y la Santa Sede, que afirma que a la jerarquía eclesiástica corresponde proponer los libros de texto y material didáctico relativos a la enseñanza religiosa. Paralelamente, se recuerda que, en la 33 Asamblea Plenaria del Episcopado, se admitía que el nihil obstat "no es requisito suficiente para considerar un libro apto para la enseñanza de la religión", sino que se necesitan el dictamen favorable de la Comisión Episcopal y la aprobación del Ministerio de Educación.

También se alega una orden ministerial de 16 de julio de 1980 dictada por el entonces ministro Jose Manuel Otero Novas, que establece, de conformidad con la jerarquía eclesiástica, que "los libros y material didáctico que se utilicen deberán haber sido autorizados por el Ministerio de Educación, previo dictamen favorable del organismo correspondiente de la Conferencia Episcopal Española".

Sin embargo, Otero Novas, en la actualidad dirigente del democristiano Partido Demócrata Popular, coaligado con AP, declaró ayer a EL PAIS, que "lo que está claro en la orden ministerial es que de ninguna manera puede el Estado meterse a definir o censurar cual es la doctrina religiosa de la religión que se parte en un centro. de enseñanza". Otero Novas, que afirmó que la orden no fue pactada con la Iglesia, aunque es, un desarrollo del convenio entre España y la Santa Sede, opinó que "la orden tiene que interpretarse constitucionalmente, y el Estado no puede censurar el contenido de la doctrina que se enseña. El secretario general técnico del Ministerio de Educación, Joaquín Arango, y la directora general de EGB, Blanca Guelbenzu, negaron ayer en conferencia de prensa, cualquier intento de censurar los catecismos. "Simplemente, se llamó la atención a los representantes de la iglesia sobre el hecho de que el ministerio consideraba que, desde el punto de vista pedagógico, algunas afirmaciones resultaban inadecuadas", dijeron. En una nota informativa facilitada ayer, el ministerio mostraba su "respeto a las competencias de la Conferencia Episcopal", y expresaba su determinación de "revisar el procedimiento vigente, a fin de evitar situaciones como la que se ha planteado". A su vez, el Episcopado insistía en que los trámites de presentación a las autoridades académicas "se requieren a efectos externos pedagógicos", y reiteraba el derecho de la Iglesia a predicar sobre el aborto.

Una voz discordante en la postura episcopal fue la de Salvador Pié, portavoz para asuntos de enseñanza del Arzobispado de Barcelona, quien manifestó, por el circuito catalán de RTVE, que, a su juicio, no se realizará una traducción en catalán de los textos sobre el aborto en. litigio. Pié reafirmó la plena autonomía del Episcopado para, elaborar sus propios textos, aunque consideró "desafortunado" que los catecismos no hubiesen pasado el proceptivo control.

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