Unas represalias suaves
( ... ). Hay delitos en el mundo de las relaciones entre Estados que claman medidas de represalia. El despiadado ataque contra un avión civil, con 269 personas a bordo, por la aviación soviética pertenece a ese género de delitos. Pero las sanciones que anunció el presidente Reagan en su discurso son muy suaves. Y el llamamiento a una acción conjunta encuentra en los aliados, también en Bonn, la resistencia habitual. Es general el horror sobre la brutalidad y la hipocresía de la Unión Soviética.Pero no se ha producido nunca entre los países de la OTAN un frente común para llegar a aplicar sanciones. Podemos y debemos protestar por ello, pero debemos admitirlo y comprenderlo. Después que Washington, con razón, declaró tabú las negociaciones de Ginebra y excluyó las sanciones económicas, sólo eran posibles las medidas simbólicas. Por otra parte, nadie quiere salir perjudicado con esas represalias. ¿Quiere decir esto que Moscú es inmune y que cada acto delictivo le será permitido? No, con toda seguridad. El Kremlin sufrirá, a la larga, la pérdida de dos factores imprescindibles en la vida diplomática: la confianza y la credibilidad.(...)
8 de septiembre