Romera dimite como responsable de AP en Barcelona para favorecer la unidad del partido

El presidente provincial de Alianza Popular en Barcelona, Doménec Romera, presentó ayer la carta de dimisión al presidente nacional del partido, Manuel Fraga, que le fue aceptada. Romera manifestó en el curso de una conferencia de Prensa que había llegado a la conclusión de que la mejor manera de servir al partido era "marchándome a casa" y que dimitía "en pro de la unidad del partido". Otras fuentes muy fiables señalan que su dimisión se ha producido al comprobar que no cuenta con el apoyo de la dirección nacional del partido para ser el candidato de AP a la presidencia de la Generalitat y para desplazar al diputado Miguel Angel Planas de la presidencia regional en el próximo congreso, a celebrar en otoño, posiblemente en octubre. Edudal Travé, vicepresidente provincial, le sustituye provisionalmente.Romera empezó a gestar su decisión de dimitir el pasado martes, después de una reunión de la ejecutiva regional a la que asistió el secretario general, Jorge Verstrynge. En aquella reunión, Verstrynge no avaló las tesis de Romera y dio la razón en varias ocasiones. a Planas y al diputado Eduardo Tarragona, sus dos principales adversarios en el partido. Cuando la ejecutiva catalana trató el tema de las elecciones autonómicas, Verstrynge se limitó a decir que la dirección nacional barajaba tres posibles candidatos, y anunció que él personalmente llevaría la campaña electoral al Parlament y que, en la práctica, dirigiría el partido.

Doménec Romera manifestó ayer que "no me voy íntimamente derrotado". Respecto a otros posibles candidatos alternativos en la lista de Alianza Popular a la presidencia de la Generalitat señaló: "Hay que cambiar huevos de bacalao por huevos de esturión, pero cambiar por huevos de merluza no vale la pena". La dirección de AP ha mantenido conversaciones serias para encabezar la candidatura del partido al Parlament, tan sólo con Lorenzo Gascón, vicepresidente de la patronal Fomento. Según los informantes de EL PAIS, la negociación no está aún cerrada y el dirigente de la patronal catalana se ha mostrado "receptivo".

Crisis de difícil solución

La dimisión de Romera abre una crisis de difícil solución en el seno de AP en Barcelona y representa el fracaso de toda una operación política puesta en marcha el pasado mes de febrero y que debía culminar, en teoría, con su designación a la Generalitat. La dirección nacional planteó después de las elecciones legislativas del pasado otoño la necesidad de potenciar la imagen del partido en Cataluña y buscar un nuevo líder cara a las elecciones autonómicas capaz de desplazar progresivamente a Planas de la dirección de AP en Cataluña, por considerarlo "un hombre con una imagen difícilmente vendible por su escasa catalanidad".Los aliancistas preocupados siempre en buscar sus números uno entre personas de una cierta influencia social fueron a buscar a Doménec Romera el pasado mes de febrero a la Feria de Muestras de Barcelona, donde era presidente, y le ofrecieron encabezar una operación política en dos fases, que debía llevarle a ser presidente provincial, en primer lugar, y en otoño, a ser el presidente regional y el candidato a la presidencia de la Generalitat. La primera fase se cerró a los pocos días, pero sus continuos enfrentamientos con Planas y las crecientes dificultades que encontró para buscar vías de autofinanciación del partido le fueron distanciando de la dirección nacional de Alianza Popular. Por otra parte, en Tarragona fueron cesados ayer la gerente provincial y el tesorero por incompatibilidades con el presidente provincial.