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Reportaje:

El Gobierno marroquí concede una prórroga adicional de un mes al acuerdo pesquero con España, en un gesto de buena voluntad

La flota española de pesca no tendrá necesidad de amarrar hoy. España y Marruecos no han logrado aún el tan ansiado acuerdo de cooperación y pesca a medio plazo, pero la parte marroquí accedió ayer a conceder a la española un plazo adicional de un mes para que las negociaciones puedan continuar sin prisas ni presiones de tiempo.

Hasta el 31 de julio pueden faenar, pues, normalmente y en las mismas condiciones que venían haciéndolo hasta ahora, toda la flota de pesca española, autorizada a pescar en estas aguas marroquíes. La reunión de las dos delegaciones que tenía que haberse producido ayer, fue sustituida por una conversación téte à téte de tres horas de duración entre el superministro marroquí Taieb Bencheij, jefe de los negociadores marroquíes, y el embajador español, Raimundo Bassols, que cumple igual papel para la delegación española.Resultado de esa conversación fue la prórroga de un mes que, según dijo Bassols a EL PAIS, es un gesto muy positivo por parte de Marruecos y que confirma que las dos delegaciones, española y marroquí, han tenido en cuenta a los pescadores españoles y han evitado con ella que estos sufran las consecuencias de la complejidad de la negociación.

No habrá, pues, interrupción ni en las negociaciones, ni en la pesca, y las conversaciones continúan hoy normalmente a las 14.00 horas de Rabat. Adicionalmente, el embajador español Bassols parece ver en este gesto marroquí un síntoma claro de la voluntad de las dos delegaciones de llegar a un acuerdo. Un comunicado dado a conocer a la prensa al respecto por los negociadores, informa que las conversaciones comenzaron el pasado día 22 de junio "en una atmósfera de franqueza y comprensión mutua" y que la parte marroquí ha decidido la prórroga de un mes con la firme voluntad de llevar estas conversaciones a feliz término.

Aunque algunos miembros de la delegación española, como el director de Política Comercial, Juan Padosa, y el director de Relaciones Comerciales Internacionales, Carlos Blas, deben regresar provisionalmente a Madrid, la delegación completa estará de nuevo en Rabat en los próximos días. Al nivel que se ha llegado de discusión, el ministro marroquí Bencheij parece preferir los encuentros a solas con el embajador Bassols.

Según declaró este último, durante su conversación de ayer con Bencheij, el ministro marroquí pidió algunas precisiones adicionales a España sobre participación en proyectos concretos industriales de Marruecos, así como indagó sobre la posibilidad de que en el campo comercial, en donde Marruecos desea reducir el déficit de su balanza comercial, se pueda llevar a cabo algo por parte de España.

La pesca, un escollo

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La impresión un tanto superficial, dada la información imprecisa y vaga que se ha suministrado a los periodistas, es que el escollo fundamental de esta negociación sigue estando en la pesca, en la drástica reducción del esfuerzo pesquero que Marruecos desea irrevocablemente imponer, y en las modificaciones técnicas del tamaño de las mallas, distancia de la costa, y artes a emplear, que les permita controlar que esa reducción del esfuerzo será efectiva.Están también las dificultades en los cánones de pesca, que Marruecos desea cobrar en dólares y que la parte española pretende pagar en pesetas, y en las contrapartidas financieras y en la ayuda española para la construcción del sector marroquí de pesca en el cual Marruecos pone tanto empeño y énfasis.

Con todas estas variables en la mano, el escenario final de la negociación es fácil de imaginar en algún momento de los próximos días y cuando ambas partes estimen que sus respectivas ofertas han llegado al máximo de lo que podrían ofrecer, entonces la parte marroquí optará por una de las variables, aceptará la oferta española que a esa variable corresponde, o solicitará un nuevo aumento, aunque ya sobre una base concreta de oferta por su parte.

De otra parte, fuentes próximas a la delegación negociadora española han señalado que el Gobierno desea alcanzar un acuerdo con Marruecos que tenga una duración mínima de cinco años. Una de las exigencias marroquíes más importantes es la de que España autorice el transporte por su territorio de productos agrícolas y que cumpla con el convenio TIR (Transportes Internacionales Regulares). Los negociadores españoles han llegado a Rabat sin una solución por parte del Ministerio de Agricultura sobre el transporte, dada la oposición del sector naranjero y hortícola valenciano.

Con respecto a estas negociaciones, Manuel Fraga, dirigente de AP, manifestó ayer en Segovia, en donde clausuró el congreso provincial del partido, que "los socialistas no se han enterado de que hay que llegar a un pacto permanente en el que demos salida a nuestros problemas comunes", informa Pedro Vicente. "No se puede ser simpático un día antes de las negociaciones y olvidarse del vecino el resto del año. Y mucho menos, gastar bromas como la ayuda al Polisario y semejantes", señaló.

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