Proyecto de reforma en Carabanchel para evitar la proliferación de objetos punzantes
La dirección de la prisión de Carabanchel ha elaborado un proyecto para reestructurar las distintas galerías del establecimiento, en el que se incluyen reformas en las ventanas, de las que los internos separan varillas de acero que, convenientemente limadas, se convierten en peligrosos pinchos. La situación ayer en la prisión de Carabanchel fue de total normalidad, según manifestó Javier Romero, subdirector del centro, tras los incidentes del fin de semana, en los que resultó muerto por herida de arma blanca Roberto Candelas, varios funcionarios fueron secuestrados y el interno Santos Torres sufrió heridas de bala por disparos de la Policía.Romero afirmó, asimismo, que en este momento, pese a los cacheos y registros policiales, es muy difícil controlar el número de armas y objetos punzantes que existen en la prisión. "Después del registro minucioso que se realizó la semana pasada se sacaron numerosas armas, pero los internos se fabrican otras tantas inmediatamente", aseguró el subdirector de Carabanchel.
En relación con los incidentes del pasado fin de semana durante los cuales varios reclusos se amotinaron y secuestraron a funcionarios, el subdirector aseguró que tres internos que se encontraban en celdas de aislamiento, Higuera Estévez, Borja Romero y Santos Torres, salieron al patio a dar un paseo. A su regreso a las celdas iban ya armados, y gracias a ello lograron reducir a los funcionarios. Romero manifestó que las armas se las habían lanzado desde la tercera galería, que se comunica con el patio.
La coordinadora de presos de Carabanchel aseguró ayer que la situación en el interior de la prisión majoraría con la depuración de algunos funcionarios, cuya actitud no se corresponde con la ley General Penitenciaria, en la que se consagra el principio de respeto a los derechos humanos de los internos en las prisiones.
