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El Grupo Popular, preocupado por el absentismo parlamentario de una treintena de sus diputados

El absentismo de al menos una treintena de sus miembros constituye, en estos momentos, la principal preocupación de los dirigentes del grupo parlamentario popular en el Congreso de los Diputados, según reconocieron ayer fuentes de este grupo a EL PAIS. La reiterada ausencia de la Cámara de algunos de los dirigentes del Partido Demócrata Popular, como Óscar Alzaga o José Luis Álvarez, fue subrayada reiteradamente por estos medios, que informaron que se prepara una "ofensiva, de iniciativas legislativas" para el próximo período de sesiones.

Dirigentes de Alianza Popular se mostraron ayer "preocupados y molestos" ante recientes críticas aparecidas en medios informativos y políticos, dirigidas a lo que se considera un "deficiente funcionamiento" del grupo parlamentario popular, al que se achaca una insuficiente labor como oposición parlamentaria y altos índices de absentismo. En medios de AP se considera la conveniencia de pedir al presidente del PDP, Óscar Alzaga, con motivo de la próxima reunión de la comisión coordinadora de la comisión popular, el día 15, una mayor asiduidad a los debates parlamentarios.Ni Alzaga ni José Luis Álvarez ni otros cuatro del total de 16 diputados de que se compone el subgrupo parlamentario del PDP han intervenido hasta ahora en plenos o en comisiones desde que comenzó la legislatura. Alzaga prepara una interpelación sobre empleo juvenil, que constituirá su estreno ante la Cámara en el actual período de sesiones. Hasta el momento, la comisión coordinadora de la coalición, que Manuel Fraga, según sus propias declaraciones, pretende potenciar, ha mantenido solamente una reunión plenaria.

Falta de control y desánimo

Los dirigentes del Grupo Popular estiman que alrededor de 35 de sus diputados faltan habitualmente a las sesiones plenarias de la Cámara, habiéndose llegado, en ocasiones, a contar apenas una veintena de escaños ocupados del total de 106 que se compone el grupo.La falta de control y de sanciones semejantes a las que pesan sobre los parlamentarios socialistas que no acuden a las sesiones, junto al desánimo que produce entre los diputados populares la abrumadora mayoría del grupo parlamentario en el poder, son, en opinión de dirigentes de AP, las principales razones que explican este absentismo.

Pese a ello, los dirigentes del Grupo Popular insisten en que se ha desarrollado "una eficaz tarea de oposición". El portavoz del grupo, Miguel Herrero de Miñón, dio ayer a conocer algunas cifras relativas a esta actividad: 15 proposiciones de ley, 25 no de ley, 196 preguntas orales en pleno, 1.035 enmíendas a diversos proyectos de ley del Gobierno, 531 preguntas escritas... Sin embargo, los propios medios aliancistas admiten que el peso del trabajo del grupo parlamentario recae sobre apenas una decena de personas, entre las que destacan el propio Herrero y el portavoz adjunto, Modesto Fraile (PDP), el secretario Rodrigo Rato y los diputados Abel Matutes, Pedro Schwartz (que mantienen sensibles divergencias teóricas con el también portavoz para asuntos económicos), José Ramón Lasuen, Guillermo Kirkpatrick y Fernando Suárez (que, en ocasiones, se abstiene ostensiblemente de aplaudir ante intervenciones de miembros de su propio partido, reflejando en la Cámara las divergencias que le oponen a otros dirigentes de AP).

Socialistas. no hostigan

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A todo ello habría que unir el fracaso de algunas gestiones iniciales encaminadas a englobar en el grupo parlamentario popular a una parte importante del grupo centrista. Aunque a la espera del definitivo abandono del escaño por Landelino Lavilla -quien probablemente sería sustituido por Leopoldo Calvo Sotelo-, una mayoría de miembros del grupo centrista, que también exhibe, un elevado índice de inasistencias, se decanta por el mantenimiento del grupo en el próximo período de sesiones. En medios del Grupo Popular se atribuye este deseo a "razones económicas" más que de otra índole.Por su parte, el grupo parlamentario socialista se muestra decidido a "no hostigar excesivamente" a la oposición. En este sentido se habrían dirigido algunas recomendaciones del presidente del grupo socialista, Javier Sáenz Cosculluela, a sus diputados, instándoles a no patear las intervenciones de algunos dirigentes aliancistas y a no "recordarles el pasado". Igualmente, los socialistas habrían accedido a admitir algunas enmiendas al proyecto de incompatibilidades parlamentarias, para facilitar la permanencia en la Cámara de varios miembros de los grupos popular y centrista (notarios, registradores de la propiedad, etcétera). Este proyecto de ley, que se encuentra actualmente en ponencia, será discutido el próximo otoño. El compromiso tácito contraído por los socialistas, en el sentido de admitir enmiendas que suavicen el texto, es interpretado como un balón de oxígeno al Grupo Popular, que, de mantenerse el proyecto como está, se vería privado de varios miembros cualificados.

Al margen de todo ello, los dirigentes del grupo parlamentario popular piensan intensificar su actividad en el próximo período de sesiones, así como reforzar la estructrua del grupo, nombrando portavoces ante las distintas comisiones y tratando de imprimir mayor profundidad a sus enmiendas, con lo que esperan "evitar espectáculos como el que la discusión de los tres supuestos se despache en apenas una semana".

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