Radicalización de los militares argentinos a medida que se calienta el ambiente preelectoral

La campaña oficial de la Junta Militar argentina sobre las supuestas "infiltraciones de los agentes del odio y de la violencia" en las fuerzas políticas mayoritarias, unida al progresivo endurecimiento de los sectores civiles ante el inminente comienzo de la lucha interna de los partidos, anticipan una dificil negociación previa a las elecciones.El general Cristino Nicolaides, comandante en jefe del Ejército de Tierra, volvió a señalar en un discurso público, con motivo de la celebración del Día del Ejército, que

numerosos episodios y comprobaciones permiten aseverar que los agentes del odio y de la violencia estarían reorganizándose para reconquistar el terreno perdido utilizando métodos sutiles de infiltración y captación política".

Y advirtió en otro de los párrafos más significativos: "Es vital comprender que la normalidad del proceso de institucionalización y la estabilidad del próximo Gobierno dependen de las actitudes que asuman todos los sectores de la comunidad". Un día después, el general Luciano Menéndez, ex comandante del poderoso Tercer Cuerpo de Ejército, uno de los militares considerados entre los más duros del régimen, rechazó públicamente la ley de amnistía o de pacificación nacional que prepara la Junta Militar. Dijo al respecto que nada hay que amnistiar a los que derrotamos".

Y refiriéndose a los familiares de detenidos desaparecidos y a los manifestantes convocados hace poco más de una semana por las organizaciones defensoras de los derechos humanos, el generar Menéndez dijo que "hay que terminar con esas demostraciones masivas de repudio, sospecha y generalización que, para colmo, se hacen frente a Gobiernos extranjeros".

El general Menéndez, que se encuentra ahora en situación de retiro, anunció que se había afiliado al Partido Federal, que dirige el ex capitán de navío y ex ministro Francisco Manrique, para continuar desde allí su "lucha política".

La campaña oficial, que continúa con anuncios "de interés público" en radio y televisión, ha sido -denunciada y rechazada por todos los sectores políticos. El periódico La Voz, acusado por un informe militar de mantener contactos con la organización Montoneros, aseguró el lunes en una extensa nota de tono editorial que no existían coincidencias entre las Fuerzas Armadas sobre el plan preparado por el Ejército de Tierra.

Divergencias castrenses

Según ese medio, los comandantes en jefe del Ejército, general Nicolaides, y de la Aviación, brigadier Hughes, habrían mantenido "un áspero diálogo antes de la reunión de la Junta Militar celebrada la semana pasada. En esa ocasión y según la fuente periodística, el brigadier le habría dicho de forma enérgica al general: "Ustedes tienen tomado el país desde 1930, después de manifestar su desacuerdo por el secuestro y la muerte de dos militantes peronistas".La crisis militar se ha agudizado ante la exigencia de un juez civil para que sean identificados los treinta altos oficiales involucrados en lo que se llama "el escándalo de la gasolina". El comandante en jefe del Ejército, que se había negado en principio a facilitar los nombres alegando que estaban detenidos a disposición de ¡ajusticia militar, finalmente se vio obligado a acceder a la reiterada solicitud del magistrado federal.

Otros acontecimientos contribuyen a enrarecer más el clima político argentino. El doctor Vicente Saadi, líder del Movimiento de Intransigencia y Movilización, corriente interna que agrupa a la izquierda del peronismo, inicio ayer una querella judicial contra los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, como integrantes de la Junta Militar, por las acusaciones de "conexiones con la subversión" que le hicieran hace una semana.

Por otra parte, también el martes se supo que ha sido amenazado el juez Jorge Juárez, encargado de la causa que investiga el secuestro y la muerte del ingeniero Osvaldo Cambiaso, dirigente peronista que, según el informe policial, "murió en un enfrentamiento".