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Los socialistas catalanes, contra la venta al 'pool' bancario

Los socialistas catalanes se manifestaron ayer rotundamente contrarios a la solución de la venta a la gran banca. Dirigentes del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE) hicieron llegar al Gobierno el pasado mes de marzo un conjunto de criterios sobre la salida que, en su opinión, debía darse al grupo Banca Catalana. Su alternativa consiste en que se configure un banco de dimensiones medianas grandes, de carácter mixto, con importante participación pública y catalana.En unas declaraciones a la agencia Efe, el responsable del área de Gobierno del PSC, Lluís Armet, se manifestó ayer "radicalmente contrario a la solución de venta a la gran banca, tanto por razones políticas como por razones estrictamente financieras". Esta salida "contradice abiertamente el programa socialista, en un caso como éste en que los recursos públicos que se han invertido superan con amplitud los 100.000 millones".

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Armet Iamentó también la "ostensible inhibición pública" del Ejecutivo de la Generalitat. "Las dificultades de su titular para hacerlo, por obvias razones, han sido un obstáculo", según el dirigente socialista, "para que pudiera intervenir en defensa de una solución aceptable". Precisamente el objetivo de mantener el carácter de Banca Catalana como banca mediana, autóctona y con presencia pública era el objetivo señalado en un detallado análisis que dirigentes del socialismo catalán hicieron llegar el pasado mes de marzo al Gobierno, y cuyos criterios generales fueron debatidos por el ministro de Economía, Miguel Boyer, y por el primer secretario del PSC, Joan Reventós, en la reunión que mantuvieron el pasado 5 de mayo, según confirmaron fuentes de la Administración a este diario.

Sector público catalán

En el análisis de los socialistas catalanes, habría que apostar por un banco de dimensión mediana o grande, lo que exigiría acelerar la recuperación de sus depósitos, para lo que se consideraba imprescindible mantener su carácter y vinculación catalana. Para lograrlo, la menos mala de las salidas, según este análisis, consistiría en el traspaso al sector público central, anunciando simultáneamente el compromiso del Estado de abrir un proceso de traspaso (venta) de la titularidad a instituciones pública catalanas y otras entidades.Este esquema se articularía en tres fases: traspaso de las acciones de Catalana al sector público; establecimiento de un plan de traspaso gradual, en varios años, de estas acciones, a titulares catalanes (públicos, semipúblicos y privados), y descentralización en la gestión estatal mientras se realiza ese traspaso.

La eventual venta de Banca Catalana al pool bancario originó ayer una manifestación de cerca de 3.000 de sus empleados, ante la sede del Banco de España en Barcelona. Esta noche iniciarán una marcha a Madrid. Los delegados sindicales hicieron público un manifiesto en el que pedían seguridad en el empleo, mantenimiento del grupo Banca Catalana y "garantías de catalanidad con una dimensión de servicio público", y solicitaban la "creación de una banca pública catalana". Una delegación se entrevistó después con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, quien les prometió apoyo a una propuesta de compra de Catalana por las cajas, con ayuda de las instituciones autonómicas.

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