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Una semana muy completa

La pasada semana ofreció a efectos bursátiles un abanico casi completo de lo que resultan las posibilidades de actuación de un mercado de acciones. De unos primeros compases del ciclo en los que predominaron, casi hasta abrumar, las órdenes de venta, que a su vez generaban bajas importantes en los precios de los valores que se negociaban, se pasó en la mitad de la semana a una situación casi eufórica en la sesión del jueves, donde los precios rebotaron al alza con tanta fuerza como escaso apoyo real.El ciclo concluyó con una reunión pausada en la que fundamentalmente se mantenían las expectativas por conocer el contenido de los Presupuestos General del Estado e intentar establecer estrategias en consecuencia. El debate sobre la estabilización sirvió de conversación para los corrillos.

Con todo, la nota más destacada del ciclo la constituyó esa loca reunión del jueves donde el nerviosismo comprador de los operadores a corto plazo pareció contagiarse a todos los ámbitos del mercado. Las fuertes pérdidas de días anteriores, junto con la propia situación a la que habían llegado los cambios en su progresiva caída, facilitaron un terreno de cultivo inmejorable para que, a partir de unos tanteos de compra bastante bien llevados en los primeros corros eléctricos, se caldease el ambiente e incluso una buena parte de los bancos terminasen por entrar al trapo de las mejoras aun arriesgando bastante.

En la reunión del viernes se calmaron bastante los ánimos, e incluso los bancos reconsideraron en general sus posturas y, a pesar de ser el día en el que presentaban unos saldos vendedores menos abultados -el conjunto de los siete grandes ofrecía una diferencia de 39.559 títulos a la venta-, optasen por posturas de moderación y se impusieran las repeticiones y reiteraciones casi en bloque.

Durante toda la semana se observaron comportamientos bastante uniformes en los cuatro mercados. No obstante, Barcelona marchó siempre un poco en cabeza del buen ambiente e incluso en alguno de los valores locales se cerraba la semana con comportamientos realmente brillantes, como podían ser los de La Seda de Barcelona y Fomento de Obras y Construcciones, valor al que se le atribuía la intención de incrementar su dividendo.

Para la semana que mañana se inicia existe una enorme expectación por conocer el contenido de los Presupuestos Generales del Estado. De ellos sacarán los especialistas sus conclusiones y obrarán en consecuencia. No obstante, y por lo que se puede saber, estos presupuestos van a plantear un incremento en la presión fiscal e irán acompañados de una serie de medidas complementarias en política monetaria que, según diversos comentarios, no pueden resultar en exceso beneficiosas para los mercados de renta variable.

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