El ex policía nacional Francisco Ros Frutos, condenado a cuatro años de prisión

Francisco Ros Frutos, el ex policía nacional que facilitó información al periodista Xavier Vinader sobre las actividades de la extrema derecha en el País Vasco, ha sido condenado a cuatro años de prisión y a indemnizar con diez millones de pesetas a los herederos de cada uno de los dos fallecidos, Jesús García García y Alfredo Ramos Vázquez, que murieron en atentados perpetrados por ETA. Ros Frutos fue juzgado el 16 y 18 de febrero pasado. Por estos mismos hechos, el periodista Xavier Vinader fue condenado en su día a siete años de prisión, siendo ratilicada posteriormente esta sentencia en el Tribunal Supremo.

La Sección II de lo Penal de la Audiencia Nacional dictó ayer sentencia sobre Francisco Ros Frutos, quien informó al periodista Xavier Vinader sobre supuestas actividades ultras en el País Vasco. La resolución judicial señala que el ex policía nacional es "responsable, en concepto de cooperador necesario, de un delito de imprudencia temeraria con resultado de dos muertes y graves daños a un grupo de personas y familias, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad".En la misma sentencia se condena a Francisco Ros Frutos a indemnizar, solidariamente con el periodista Xavier Vinader, a los familiares de cada una de las dos víctimas, con diez millones de pesetas. La resolución judicial finaliza absolviendo a Ros Frutos de una serie de delitos en los que también había sido inculpado.

Suicidios de policías

Según se relata en la sentencia, Francisco Ros Frutos, que había sido policía nacional durante dos o tres años, pidió la baja del Cuerpo al detectar unos hechos extraños, como el suicidio de algunos de sus compañeros destinados al País Vasco. Francisco Ros Frutos se puso también en contacto con la revísta Interviu para informar sobre estas presuntas irregularidades.De esta manera surgió la idea de una serie de investigaciones y reportajes que fueron protagonizados por el periodista Xavier Vinader y, que desembocaron en los reportajes publicados en los números 188 y 189 de la citada revista, bajo el título de Confesiones de un infiltrado.

Asegura la sentencia que "tanto uno como otro no adquirieron certeza sobre la veracidad de los datos que Ros Frutos fue suministrando sobre la extrema derecha, que imputaban gravísimas imputaciones delictivas", y que, "indiferentes ambos ante los males que pudieran causar, no dudaron en publicarlos y divulgarlos".

La resolución judicial asegura que "existe una relación de causalidad suficiente, eficiente y adecuada entre la conducta negligente de Ros Frutos, en colaboración con Vinader, y los resultados mortales y daños que se produjeron a raíz de la publicación de los artículos".