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Un grupo de comerciantes negocia la compra del Banco de Gerona

Xavier Vidal-Folch

Un grupo de comerciantes e industriales, organizado en torno a la Unió de Botiguers -organismo que agrupa a unos 12.000 tenderos catalanes, muy relacionado con el partido Convergéncia Democrática, de Jordi Pujol- y a la entidad patronal Unión de la Pequeña y Mediana Empresa de Cataluña Unipyme) vicepresidente a su vez de la patronal Cepyme, está en negociaciones para hacerse cargo próximamente del control total del Banco de Gerona, perteneciente al grupo Catalana y actualmente bajo el control del Fondo de Garantía de Depósitos en Instituciones Bancarias. La Unió de Botiguers fue fundada en 1978 y recibió fuertes subvenciones del Banco Industrial del Mediterráneo, posteriormente incorporado a la órbita de Banca Catalana.Actualmente, el control del Gerona corresponde al Fondo de Gararitía de Depósitos, que ostenta la mayoría del capital del banco desde que se hizo cargo de la casa matriz. Sin embargo, el Gerona ocupa un lugar especial entre las entidades del grupo, puesto que en Enero de 1982 Catalana formalizó a venta de un paquete del 31,8% el capital a la Unió de Botiguers, en una operación que se había iniciado trece meses atrás. Junto a la compra de ese tercio del capital, los comerciantes firmaron una opción de compra por el resto. Esta opción caducó, de hecho, el pasado mes de juilio, sin haberse ejecutado, entre otras razones porque la problemática del grupo bancario relegó a un segundo plano el asunto del Gerona.

El cambio al que se realizó la operación fue al 350%, es decir, cada acción se vendió a 1.750 pesetas. Era un precio alto, incluso en condiciones normales, pero en cuya fijación intervino el argumento de que no sólo se compraban unos títulos,, sino también una ficha bancaria. El desembolso realizado por los botiguers ascendió a 460 millones de pesetas. Las cifras ofrecidas entonces a la Prensa no respondieron a la realidad, puesto que se indicó que el paquete vendido había sido del 55%, en lugar del 31,8%. Se dijo también que la operación había totalizado 765,2 millones de pesetas. Catalana conservó la responsabilidad sobre la gestión del Gerona.

Títulos a crédito

En aquel entonces fueron muchos los botiguers, unas 1.800 personas, según se anunció, que acudieron a comprar las acciones del Gerona, con la idea de hacer de esta entidad el Banc dels Botiguers, al servicio del pequeño comercio, de tanto arraigo en Cataluña. Muchos de ellos, especialmente los más modestos, adquirieron los títulos a crédito, y todavía los están amortizando. El Banco de Gerona se ha visto sometido a la crisis que ha envuelto a todo el grupo bancario, aunque con características menos graves que las de otras entidades del entorno de Catalana. La valoración de las acciones ha resultado, en consecuencia, muy inferior al 350% que aún están pagando muchos de los adquirentes, lo que ha creado un cierto resentimiento entre ellos hacia los antiguos gestores de Catalana, que les vendieron las acciones.

Durante el mes de enero, la Unió de Botiguers y Unipyme entraron en contacto con la intención de culminar conjuntamente la operación interrumpida tras haberse caducado la opción de compra y haber estallado la crisis del grupo bancario. Ambas entidades acordaron negociar la compra del paquete restante a través de la sociedad de garantías recíprocas Intercat -cuyos órganos de gestión están estrechamente relacionados a los de Unipyrne, puesto que Intercat fue una de las primeras iniciativas que emprendió esta patronal- y entraron en conversaciones con el Fondo para articular la compraventa del paquete de acciones aún en manos de Catalana, esta vez valoradas a la par (quinientas pesetas).

Las negociaciones están muy avanzadas, si bien los gestores del Fondo desean asegurarse de que no vuelvan a surgir problemas en la entidad. La parte compradora se compromete, para, evitar esa eventualidad, a gestionar el banco mediante un equipo ejecutivo completamente profesionalizado.

La junta del día 28

Para el próximo lunes, día 28 de febrero, está prevista la convocatoria, en el teatro Municipal de Gerona, de la junta general de accionistas del Banco de Gerona. Para esa fecha se espera que haya quedado definitivamente despejada la incógnita de si se llega al pacto o a una salida alternativa. En favor de la operación juega el hecho de satisfacer a los sectores comerciales que pusieron su ilusión en tener un banco propio. En contra, las reticencias de la autoridad monetaria hacia una gestión eventualmente no profesionalizada. Si la compraventa se acuerda finalmente durante esta semana, es probable que se articule en la junta alguna medida para compensar al accionariado que compró sus títulos al 350%

Otro asunto que posiblemente centre la discusión de la junta del día 28 sea el análisis de los movimientos de acciones del Gerona registrados en los meses anteriores al estallido de la crisis. Algunos antiguos accionistas albergan la idea de que el antiguo Consejo de Administración de Banca Catalana habría realizado ciertos movimientos especulativos que redundaron en perjuicio del Banco de Gerona.

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