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La investidura del nuevo presidente del Gobierno

Los grupos parlamentarios critican la falta de medidas concretas y elogian la moderación del discurso del candidato

La mayor parte de los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados, tras escuchar el discurso de investidura de Felipe González, coincidieron en destacar la moderación, en su sentido más positivo, y la ausencia de medidas concretas para la acción de Gobierno, como elemento más criticado. Con la lógica excepción de los socialistas y los elogios sin paliativos realizados por el ex presidente y actual líder del CDS, Adolfo Suárez, todos manifestaron que el candidato expuso los objetivos, pero no las medidas concretas para llevarlos a cabo. Fraga acusó claramente al candidato de querer eludir el debate. Los nacionalistas mostraron además su descontento porque González se reafirmó en la línea marcada por los pactos autonómicos, por mucho que no hiciera mención expresa de la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA).

Estas declaraciones permiten adelantar el sentido de la votación de hoy: voto en contra del grupo parlamentario de Manuel Fraga y de Francesc Vicens, diputado, en el grupo Mixto, de Esquerra Republicana de Cataluña. Voto favorable de socialistas, comunistas, Centro Democrático y Social (CDS) y Juan María Bandrés, de Euskadiko Ezquerra. Y abstención por parte de las minorías vasca y catalana. El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, que se encontraba en Madrid para clausurar las Jornadas sobre Desfase Tecnológico, aseguró que la Minoría Catalana se abstendría y que, por fidelidad a sus electores, "deberíamos votar en contra, pero creo que es bueno que un partido que accede al poder con una mayoría tan clara como la del PSOE, cuente con un margen de tranquilidad, ya que muchos españoles tienen una gran expectación ante el panorama futuro, y no debemos romperla". Persiste la duda sobre el voto centrista, cuyos dirigentes manifestaron que oscilará entre el no y la abstención.El primero en abandonar el hemiciclo fue el presidente saliente Leopoldo Calvo Sotelo. Lacónico y distante afirmaba: "no me corresponde a mí juzgar el discurso sino a los grupos parlamentarios. Pero creo que ha estado bien construido, acaso más claro en el repertorio de problemas que en el programa de soluciones".

"Yo me encargaré de que haya debate", afirma Fraga

Entre crítico y respetuoso se mostró el líder de la oposición, Manuel Fraga, quien señaló: "Mañana (hoy para el lector), contestaré qué opinión me merece el discurso del candidato, pues me parece que la mayoría de españoles que le han votado merece un respeto. A primera vista, puedo decir que Felipe González no ha hecho sino repetir lo que hizo antes de las elecciones: evitar el debate. Evitó el debate entre los líderes en televisión y ahora pretende que tampoco haya debate sobre su discurso. ¿Que por qué?. Pues muy sencillo, porque no ha expuesto medidas concretas de lo que debe ser un programa de Gobierno. De todas formas", concluyó, "ya me encargaré yo de que, a pesar de todo, sí haya debate".

Tras afirmar que el discurso le recordaba a los de investidura de Adolfo Suárez, lamentó que el candidato no hubiera adelantado un calendario de acción política. El secretario general de Alianza Popular, Jorge Verstrynge, se manifestó en idéntico sentido al de Fraga y otro tanto hizo el portavoz del subgrupo del Partido Demócrata Popular, Oscar Alzaga, que acusó a Felipe González de eludir el debate "argumentando durante casi todo el tiempo de su intervención objetivos que todos asumimos porque están en la Constitución".

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El portavoz de Unión de Centro Democrático, Landelino Lavilla, en un tono prudente, aseguró: "Coincidimos en las preocupaciones de Felipe González y su partido, pero creo que apuntar medidas sin anticipar su contenido no es desarrollar un programa, por mucho que los objetivos apuntados en el discurso de investidura sean aceptables y asumibles. Lavilla, que calificó la intervención de Felipe González como "moderada en la forma y en el fondo", destacó el esfuerzo de Felipe González por eliminar las aristas y los aspectos más conflictivos.

Guerra: "un buen discurso político"

Para el vicesecretario general del PSOE y próximo vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, la intervención de Felipe González fue "un buen discurso político y no un catálogo de medidas". En declaraciones a Efe, Guerra aseguró que "en un discurso de investidura han dos alternativas: exponer una lista de medidas, que como se ha demostrado por anteriores presidentes de Gobierno, luego no se cumple, y la otra, que es por la que ha optado Felipe González, hacer un discurso político documentado y dejara para mañana la respuesta puntual a los temas que planteen los grupos parlamentarios".

Francisco Fernández Ordóñez y Adolfo Suárez también elogiaron de forma clara el discurso de Felipe González. El líder del PAD afirmaba que "está muy en la línea de lo que yo pienso que se puede y debe hacer en este país". "Ha sido", añadió, "un discurso realista, a partir de un programa posible y realizable".

El ex presidente Adolfo Suárez fue breve pero tajante: "Ha sido lo que puede y debe ser un discurso de investidura. Ya sé que hay quien ha criticado la ausencia de detalles, pero ellos deberían entender", añadió el que en otro tiempo pronunciara dos discursos de investidura, "que este tipo de exposiciones programáticas no puede durar siete horas". Cuando los informadores le comentaron a Adolfo Suárez la alusión de Fraga a la similitud entre sus discursos y el de Felipe González, el ex presidente se limitó a contestar: "Esa es una más de las frasecitas de Fraga. Adolfo Suárez y Agustín Rodriguez Sahagún, únicos representantes en el Parlamento del CDS, votarán hoy a favor del candidato".

No se mostró tan entusiasmado con el discurso el portavoz de los comunistas, Santiago Carrillo. "Estoy un poco sorprendido", manifestó. "Esta noche la voy a dedicar a comparar lo que ha dicho aquí esta tarde Felipe González y el programa electoral que el PSOE ha defendido durante la campaña. La verdad es que hay algunas ausencias que no las he entendido muy bien. Ha faltado concreción". "No obstante", aseguró, "nuestro voto será favorable".

Descontento de las minorías nacionalistas

Tanto Miquel Roca como Marcos Vizcaya, portavoces de las minorías catalana y vasca respectivamente, coincidían en señalar su descontento por el hecho de que Felipe González reafirmara en su discurso la intención de su partido de continuar la línea marcada en los pactos autonómicos firmados con la UCD en julio de 1981. Ninguno de los dos valoraron en sentido positivo el que Felipe González no hiciera mención expresa a la LOAPA en su intervención. "El hecho de no decir nada", precisó Roca, "quiere decir que la LOAPA está donde estaba y ello resulta muy clarificador para determinar nuestro voto".

Para el portavoz de los nacionalistas catalanes, la única novedad del discurso del candidato es el ofrecimiento de un acuerdo institucional para el futuro desarrollo autonómico. "Lo que ocurre", matizó, "es que esa oferta la ha hecho Felipe González a partir de unos pactos autonómicos, que ha ratificado, y con cuya filosofía no estamos de acuerdo", apreciación compartida por Marcos Vizcaya.

Roca y Vizcaya subrayaron que es lógico, porque así está previsto en la Constitución, que los socialistas hagan lo posible por agotar el techo de transferencias previsto. en los estatutos. "Es una buena declaración de intenciones", comentó Marcos Vizaya, "ahora lo importante es que se cumplan". Ambos portavoces nacionalistas coincidían casi textualmente en que "los españoles esperaban más de este discurso". Para Marcos Vizcaya, la intervención de Felipe González viene a ser "una recapitulación muy moderada del programa del PSOE, con pocas declaraciones concretas y un insuficiente grado de compromiso". Para Roca "es más un inventario de propuestas que una relación de soluciones concretas".

El portavoz de la minoría vasca lamentó la ausencia en el discurso de intención por parte del PSOE en aplicar medidas políticas, como una de las vías para combatir la violencia en Euskadi. Aunque aseguraba que su partido debía aún estudiar el discurso para decidir su voto, no dejaba sin embargo de insinuar la voluntad abstencionista. Por su parte, el presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaicoetxea, en declaraciones a Efe, se declaraba "preocupado" por el discurso. El tratamiento del tema autonómico le pareció "decepcionante" y señaló la aparente contradicción entre la reafirmación de la vigencia de los pactos autonómicos con UCD y el haber apuntado a un acuerdo institucional para el desarrollo de legislación básica.

Juan María Bandrés, diputado de Euskadiko Ezkerra, calificó por su parte el discurso de González de "esperado, realista, posibilista y moderado" al tiempo que criticaba el hecho de que el candidato no hubiera incluido entre las leyes preferentes de la acción de Gobierno socialista, la de la asistencia del letrado al detenido en el momento de la detención.

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