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Washington y los nuevos dirigentes del Kremlin

El Politburó del PCUS mantiene en sus cargos a la mayoría de los Iíderes soviéticos de la 'etapa Breznev'

El nuevo líder soviético, Yuri Andropov, comienza a hacer gala de prudencia -o de impotencia- después de haber iniciado a buen tren su vertiginosa subida al poder. Ayer, el pleno del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) introdujo escasos cambios en el Politburó, lo que, a juicio de muchos observadores, es un indicio de que Andropov tendrá que contar con los breznevianos, al menos, por algún tiempo.

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Guerdar Aliev, de 59 años, fue nombrado miembro titular del Politburó, organismo al que ya perteneciera en calidad de suplente. Andrei Kirilenko, de 76 años, fue definitivamente defenestrado del Secretariado y del Politburó -"a petición propia y por razones de salud", según la información oficial-, como ya se esperaba desde principios de este mes, cuando su foto desapareció de entre las de los miembros del Politburó que, tradicionalmente, adornan algunas calles de la URSS en vísperas de las fiestas conmemorativas de la Revolución de Octubre.Sigue sin saberse con exactitud las causas de la caída en desgracia de Kirilenko. Hay quien afirma que tqdo es producto de un escándalo familiar. En las calles se rumorea que su hijo quería marchar a Occidente y también se dice que una hija suya se vio envuelta en un escándalo económico.

Un hombre del KGB

Otros, por último, cuentan que tuvo problemas con Leónidas Breznev poco antes de que éste muriera. Lo cierto es que Kirilenko -que durante tantos años fue el delfín de Breznev- dejó de existir políticamente antes de que se produjera el acceso de Andropov al poder, quien, sin embargo, tuvo unas palabras de agradecimiento "por los servicios prestados al partido y a la Patria".

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Para sustituirlo ha sido nombrado Gueidar Aliev, un hombre cercano a Andropov -también ha hecho la mayor parte de su carrera dentro del KGB-, pero que tampoco debe de caer mal a los breznevianos. Aliev es secretario general del partido comunista de Azerbaiyán y fue el último líder de una república soviética que pudo recibir en su tierra a Leónidas Breznev, que viajó hasta allá a finales del pasado mes de septiembre.

Aliev tiene fama de incorruptible. Precisamente dejó la presidencia del KGB del Azerbaiyán para pasar a ser secretario general del partido de esa república después de realizar, hace trece años, un sonado informe sobre la corrupción.

Las cosas, al parecer, olían muy Tal en Azerbaiyán, donde se ponian en venta los cargos políticos -puestos de ministros, incluidos- y todo tipo de documento público: desde el carné de conducir hasta un doctorado.

En su último viaje a Azerbaiyán, Breznev insistió, no obstante, en que había que continuar la lucha anticorrupción. De lo que deducía que Aliev aún no había logrado concluir su tarea.

Durante los últimos dos años se produjeron tres vacantes en el Politburó -sin contar el cese de Kirilenko-, por lo cual se esperaba que en este pleno del Comité Central se introdujeran varios nombres nuevos que rejuveneciaran ese organismo.

Sin embargo, no ha sido así: los miembros del Comité Central estuvieron reunidos ayer durante seis horas -desde las once de la mañana hasta las cinco de la tarde-, lo que se tradujo, tan sólo, en varios discursos sobre economía, el nombramiento de Aliev, el cese de Kirilenko, la llegada al Secretariado de Nikolai Rizkov, vicepresidente del Gosplan (Oficina de Planificación Estatal) y un puñadito de promociones de antiguos suplentes como miembros titulares del Comité Central.

No se ha hecho con la situación

Al parecer, Andropov no ha podido hacerse del todo con la situación. De momento, tendrá que seguir gobernando con un Politburó -que más que un órgano supremo del PCUS es, de hecho, el Gobierno real de la URSS- que prácticamente es el mismo que heredó de Breznev.

Quizá todo obedezca a razones de prudencia -y no de importancia-. Andropov, afirman algunos, no podía entrar en el PCUS poniendo todo patas arriba e introducir cambios de la noche a la mañana. Según demuestra la historia de la Unión Soviética, los relevos en el poder son en este país procesos muy lentos que se extienden a lo largo de varios años. La máquina del partido es lenta y asustadiza y requiere que todo se haga con calma.

Por lo demás, el pleno de ayer transcurrió sobre senderos trillados: una pequeña ciudad recibió el nombre de Breznev y los discursos económicos estuvieron en la línea de lo que era costumbre hasta el momento.

Se habló de descentralización económica -lo que tampoco es ninguna novedad- y las palabras pronunciadas por Andropov respecto a la política exterior mantenían la línea brezneviana, incluido el acercamiento a China.

Hoy tendrá lugar la reunión del Soviet Supremo (Parlamento), en la que muy probablemente se eligirá nuevo presidente del Presidium, cargo que equivale -al menos, en lo aparente- a la jefatura del Estado. En las próximas horas saldrán, quizá, a la luz nuevos síntomas sobre la fuerza o debilidad política de Yuri Andropov.

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