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El Papa accede a la petición de los obispos al aplazar su visita hasta el 31 de octubre

Juan Pablo II vendrá a España el 31 de octubre y cumplirá íntegramente el calendario previsto durante los nueve días de su estancia en nuestro país. Con este anuncio oficial, hecho por el presidente de la Conferencia Episcopal a mediodía de ayer, a su regreso de Roma, se pone fin al cúmulo de especulaciones que han florecido últimamente en círculos políticos y eclesiásticos. La reacción general de los partidos políticos ha sido de satisfacción por el aplazamiento de la visita, con la excepción de Alianza Popular, que ha lamentado la decisión tomada.

Juan Pablo II comunicó la noticia del aplazamiento a los obispos españoles a mediodía del lunes. Por la tarde, los prelados españoles se lo comunicaron al Rey y al presidente del Gobierno. Y desde el aeropuerto de Barajas se fueron los tres emisarios eclesiásticos a la Moncloa para comunicárselo verbalmente a Calvo Sotelo.La solución final adoptada por el Vaticano coincide plenamente, según confesaba Gabino Díaz Merchán, con la propuesta que le han presentado los obispos españoles. La Comisión Permanente, reunida el pasado sábado, optó por mayoría, sin lograr unanimidad, que procedía un aplazamiento para inmediatamente después de los comicios. El Vaticano, bien al corriente de los problemas que se cernían sobre la visita papal de llevarse a cabo en plena campaña electoral, no ha dudado en comprender lo bien fundado de la propuesta que llevaban a Roma Díaz Merchán, Fernando Sebastián y Antonio Innocenti. "El Papa no se ha contrariado por el retraso. Su deseo era no venir en fechas próximas a la celebración de las elecciones", aclaraba el arzobispo de Oviedo. Se mantiene, por tanto, la estructura del viaje, con los mínimos retoques que haya que introducir por necesidades técnicas.

Una independencia que han querido mantener también frente a toda suerte de presiones procedentes de sectores de Prensa, financieros y políticos.

La última muestra conocida son los telegramas enviados por dirigentes del Banco de Santander a la Conferencia Episcopal; entre ellos, el de su presidente, Emilio Botín, que expresaba su preocupación por el aplazamiento del viaje del Papa.

Por otra parte, la oportunidad del aplazamiento del viaje fue tomada como ejemplo por los vocales socialistas en el Consejo de Administración de Radiotelevisión Española (RTVE)i, que se ausentaron en la votación de las propuestas de programación religiosa elevadas al consejo por el director general del Ente Público, Eugenio Nasarre. Según los socialistas, no es este el mejor momento para inaugurar esa programación, sobre todo cuando aún no se han regulado los procedimientos de acceso a RTVE de los grupos políticos y sociales representativos.

Páginas 11 y 47 Editorial en la página 8

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