El país de la Mafia
(...) Digamos algo elemental. La Mafia no es ya un fenómeno regional, siciliano; por consiguiente Dalla Chiesa muere por que es enviado al frente sin tener en cuenta que a sus espaldas la Mafia ha invadido los estados mayores, la intendencia, el terrorismo nacional. ¿Qué puede hacer un general prefecto enviado como vanguardia a Sicilia como en la época del prefecto Mori, si detrás la Mafia se convierte en fenómeno nacional e internacional? ¿Qué puede hacer si Milán es mafiosa como Palermo, si Turín tiene tantos mafiosos como Agrigento, si Roma es un gran Bagheria y si todo se conecta a la Mafia de Nueva York a través de una fina red de recados, secuestros, financiamientos, asociaciones para delinquir, comercio internacional de la droga, sistemas financieros a lo Calvi? ( ... ).Es profundamente erróneo pensar en la Mafia como un fenómeno regional, puramente siciliano y suponer que hasta expedir a la isla a un general para sanear la lepra que la devora. La Mafia, vista como fenómeno colonial, conduce a la ilusión de que todo se resuelve con expediciones primitivas y que bastaría penalizar una isla para sanear una nación.
En fin; si la sociedad italiana se ha convertido en una sociedad difusa de maflosos, de sectas, de facciones, de guerrillas, clandestinas (armadas y desarmadas), dígase, en seguida que una sociedad de sociedades secretas solamente puede autorregenerarse si esa democracia se desbloquea y se abre(...
5 de septiembre.
