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Francisco Limousin, hijo del gerente de Papelera Tolosana, secuestrado ayer por un comando armado

Tres personas armadas con pistolas y encapuchadas secuestraron ayer por la mañana en su domicilio de Tolosa (Guipúzcoa) a Francisco Limousin, de veintisiete años, hijo mayor de Antonio Limousin, uno de los tres fundadores y gerente de la empresa Papelera Tolosana, a quien inicialmente pretendían llevarse consigo los secuestradores. Aunque anoche no se había producido reivindicación alguna, en fuentes policiales se estimaba que el secuestro, por el tipo de armas usado por sus autores, podría ser obra de los Comandos Autónomos Anticapitalistas, que, al parecer, habrían amenazado al empresario por negarse a pagar el denominado impuesto revolucionario.

El hecho se produjo a las 11.30 horas en el número 6 de la calle Ibarralde, en una zona realtivamente céntrica, al borde de la carretera nacional que comunica San Sebastián con Pamplona. Sobre esa hora, una persona con la cara descubierta pulsó el timbre de la villa, un edificio de tres plantas situado junto a la empresa familiar y frente. a la clínica San Cosme y San Damián. Al serle franqueada la entrada, penetraron en la vivienda dos encapuchados armados con pistolas, a quienes se unió, segundos después, el joven que había pulsado el timbre, también encapuchado.En el momento del secuestro se encontraban en la casa tres de los ocho hijos del matrimonio formado por Beatriz Castares y Antonio Limousin y la madre de éste, una anciana de ochenta años. Los encapuchados preguntaron por el propietario y gerente de la empresa Papelera Tolosana y los hijos les indicaron que se encontraba trabajando en la empresa y que su madre estaba también ausente.

Francisco Limousin, que cumple el servicio militar en la Ayudantía de Marina de Bermeo (Vizcaya), se encontraba casualmente en su casa disfrutando un permiso y se despertó con la llegada de los secuestradores. Ante las pretensiones de éstos de llevarse a su padre, se ofreció como rehén a los encapuchados. La estancia de los tres secuestradores, que hablaban perfectamente el euskera, según indicó una de la hermanas del secuestrado, no duró más de quince minutos.

Antes de darse a la fuga en compañía de Francisco Limousin, los secuestradores dijeron a sus hermanos que no debían denunciar el hecho antes de dos horas y que los móviles del secuestro eran puramente económicos, por lo que debían mantenerse a la espera de un contacto. "En ningún momento nos hicieron saber las condiciones para la puesta en libertad de Francisco", explicaron.

Amenazas previas

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Los tres encapuchados huyeron con el hijo mayor de los Limousín en un coche Seat 127 de color amarillo, matrícula SS-4945-H, propiedad de Beatriz, una de las cuatro hermanas del secuestrado. Antonio Limousin, gerente de Papalera Tolosana, comentó momentos después de conocer el secuestro de su hijo: "Venían a por mí, eso está claro. Luego se han llevado a mi hijo. Estamos muy nerviosos y no podemos decir nada más. ¿Hasta cuándo va a durar esto?. Su mujer, Beatriz Casteres, parecía todavía sorprendida: "Se ve todo con tanto distanciamiento cuando les pasa a otros ... ¡Menudos momentos nos esperan ahora!".El gerente de Papelera Tolosana, una empresa media, fue amenazado ya hace algún tiempo, presumiblemente por ETA Militar, por negarse a pagar el denominado impuesto revolucionario, según declaro el alcalde de Tolosa. Este dato, de confirmarse, ampliaría el abanico de los posibles autores de esta acción, que, por sus características, podría ser también atribuida a ETA Político-militar.

Un despacho de la agencia EFE, fechado en Madrid, señalaba, citando fuentes policiales, que la autoría de la acción puede corresponder a los Comandos Autónomos Anticapitalistas. Estas suposiciones se basan en la creencia de que había sido precisamente esta organización la que había amenazado a Antonio Limousín, por negarse a pagar el impuesto revolucionario y porque el tipo de armas usadas por los secuestradores son diferentes a las utilizadas habitualmente por las ramas militar y político-militar de ETA en acciones similares. Sin embargo, a medianoche de ayer ningún grupo había reivindicado la autoría del secuestro. Los hermanos de Francisco Limousin, testigos del suceso, declararon ayer tarde en la comisaría de policía de San Sebastián.

En relación con el secuestro del industrial Rafael Abaitua, que tuve, lugar en Zarauz hace diecisiete días, continúa sin producirse novedad alguna.

Por otra parte, el autodenominado Comando Iraultza (revolución) asumió ayer mediante llamadas telefónicas a diversos medios de comunicación vascos la colocación de un artefacto explosivo bajo el automóvil del subdirector de la empresa Porcelanas del Bidasoa, Mateo José Hernández. El artefacto no llegó a explosionar por haberlo descubierto aquél a las dos de la madrugada del pasado sábado, horas después de que se produjera la cadena de explosiones registradas en el País Vasco.

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