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Peligra la coalición de liberales y socialdemócratas en la RFA

La decisión de los liberales de Hessen de acudir a las urnas en las próximas elecciones regionales de septiembre, del brazo de la hasta ahora oposición conservadora, rompiendo así un matrimonio de doce años con los socialdemócratas, puede tener consecuencias que pongan en peligro la coalición federal que preside Helmut Schmidt.El nerviosismo entre liberales y socialdemócratas es evidente, y mientras los segundos acusan a aquéllos -por el momento, la acusación se limita a los liberales de Hessen- de oportunistas y desestabilizadores, los hombres del ministro de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, tratan en vano de minimizar lo ocurrido y sus posibles consecuencias sobre la política de Bonn.

Pero entre los liberales ha surgido una fronda que trata de exigir responsabilidades al presidente del partido, el citado Genscher, a quien desde ciertos sectores se acusa de sacrificar programas e ideales liberales simplemente para mantenerse en el poder sea con quien fuere.

Lo cierto es que el perfil del Partido Liberal está más desdibujado cada día que pasa -en las últimas elecciones al Senado de Hamburgo ni siquiera lograron entrar en el Parlamento- mientras surge con fuerza una cuarta formación, la Verde, que gracias a los votos que arrebatan a la izquierda socialdemócrata y también a los propios liberales, puede convertirse en un futuro en árbitro de la situación política, sustituyendo a estos últimos en la función clave de ayudar a formar mayorías.

Ahora bien, la decisión de aliarse precisamente en Hessen con un político cristianodemócrata como Alfred Dregger, considerado hasta ahora por los mismos liberales, como la quintaesencia del antiliberalismo en política, no puede sino sumir a los electores en la perplejidad, según temen los críticos de Genscher, responsable último de lo allí ocurrido, pues la dirección local del partido habría votado en otro sentido si les hubiesen llegado instrucciones precisas de Bonn.

La justificación ofrecida en este caso por el jefe de los liberales de Hessen en el sentido de que se trata de evitar que Dregger consiga la mayoría absoluta y gobierne, por tanto, solo, algo posible si hemos de creer a las encuestas, es, según los dirigentes socialdemócratas, tan ridícula como increíble.

Desde hace ya varios meses, los cristianodemócratas vienen haciendo todo lo posible por atraer a los liberales, ofreciéndoles, por ejemplo, un número equivalente de ministerios al que ahora tienen en el Gobierno de coalición con los socialdemócratas.

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