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Un año del pacto social en España

El compromiso de empleo firmado se cumplirá, segun García Díez

Al año de cumplirse la firma del Acuerdo Nacional sobre Empleo (ANE), el vicepresidente económico del Gobierno, Juan Antonio García Díez, sigue creyendo en él. Probablemente en solitario. Sin embargo, comparando el texto firmado en junio de 1981 con los datos proporcionados por la última Encuesta de Población Activa se puede concebir la paradoja de que, al mismo tiempo que crece el número de desempleados, la población asalariada ocupada disminuya menos de lo esperado o, en el mejor de los casos, se mantenga estable a finales de año.España sobrepasó en el primer trimestre del año en curso la barrera de dos millones de parados. Parece que los grandes números en materia de desempleo coinciden, sorpresivamente, con otros acontecimientos de la vida nacional, que los empequeñecen. A finales de 1978, cuando se superaba el millón de parados, la noticia quedaba solapada por los resultados favorables del referéndum constitucional. Ahora, la frontera de los dos millones de parados se ha empequeñecido con las sentencias de la rebelión militar del 23-F.

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Sin embargo, las cifras de la Encuesta de Población activa (EPA), proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) no se quedan en los 2.062.600 parados. La EPA aporta también la población ocupada asalariada, magnitud adecuada para valorar el compromiso de empleo contenido en el Acuerdo Nacional sobre Empleo (ANE). Existe una versión aproximativa de este compromiso que afirma que sindicatos, Gobierno y patronal consensuaron la creación de 350.000 puestos de trabajo. Ello no es exacto. El ANE dice que "El Gobierno establecerá, en virtud de este Acuerdo, una política económica que haga efectivo el compromiso de mantener, a final de 1982, la misma población, asalariada ocupada global que la existente en el momento de la firma de este Acuerdo. Este compromiso supone la estimación de crear del orden de 350.000 nuevos puestos de trabajo al objeto de recuperar la posible caída de empleo de este período".

Cuando faltan tres trimestres para evaluar globalmente el balance del ANE, hay dos datos que destacan sobre los demás. Entre el segundo trimestre de, 1981 y el primero del año en curso, el número de parados se ha incrementadó en 280.000 personas; en el mismo período, la población asalariada ocupada ha pasado de 7.7191.000 a 7.679.000 personas, esto es, un descenso de 40.000 personas, lo que significa que si en este momento (EPA del primer trimestre del año) terminase la vigencia del ANE, ésta es la cifra que el Gobierno se comprometió a cubrir con una política económica adecuada. Los 350.000 puestos de trabajo es un número indicativo, siguiendo las tendencias del empleo en el momento de la firma del ANE.

Detener la desitrucción de empleo

El vicepresidente económico del Gobierno, Juan Antonio García Díez, explica así esta situación: "La población ocupada asalariada era de 7.718.800, según la EPA del. segundo trimestre en 1981. Durante los trimestres tercero y cuarto del pasado año se registra un descenso en la población ocupada asalariada de 66.000 personas. En el primer trimestre de este año la población ocupada asalariada se ha incrementado en 20.400 personas, con lo cual el descenso en la población asalariada desde el momento de la firma (del ANE hasta el día de hoy ha si,do de 40.000 personas, es decir, un descenso del 0,52% respecto, al total de la población ocupada asalariada en el momento de la firma del ANE. Un descenso del 0,52% en el transcurso de nueve meses indica, probablemente, que la economía española ha conseguido detener la destrucción del empleo". Esta disminución ha sido la más pequeña registrada en España para cualquier período de nueve meses durante los últimos cinco años".

García Díez, en la valoracion que del ANE ha hecho para este periódico, ha opinado de la relación precios-salarios. "Con los datos disponibles puede afirmarse que se ha conseguido, como mínimo, un descenso de dos puntos en las tasas de crecimiento, tanto de la retribución por trabajador, como de los costes del trabajo para las empresas, respecto a las tasas registradas en 1981". Hay que recordar que este sacrificio de los asalariados fue valorado por el reciente informe de la OCDE como el dato más positivo de la política económica del último período.

Respecto a los precios, según García Díez, la evolución ha sido menos favorable de la prevista, aunque "se ha ido por debajo de 1981 y puede confiarse en que, de todos modos, se va a lograr una reducción entre 1 y 1,5 puntos en el Indice de precios al Consumo respecto a 1981".

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