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RELIGION

Tarancón presentó ayer su dimision como arzobispo de Madrid, al cumplir 75 años

Ayer presentó formalmente su dimisión como arzobispo de Madrid, por cumplir los 75 años reglamentarios, Enrique Vicente y Tarancón. Tal y como Juan Pablo II le comentó hace unos meses, es de preveer que el Papa no se la acepte y Tarancón siga en Madrid, mientras prepara su sucesión en la capital de España.El Papa Montini fue el autor del motu propio "Ecclesiae sanctae", promulgado el 6 de agosto de 1966 donde figura la siguiente disposición: "se ruega encarecidamente a todos los obispos diocesanos que antes de cumplir los 75 años de edad presenten la renuncia a su cargp ante la autoridad competente, la cual, consideradas atentamente las circunstancias de cada caso, decidirá". De acuedo con ese normativa, el Vaticano puede aceptar la dimisión, pedirle que continúe o rechazarla.

Juan Pablo II se está mostrando mucho menos dispuesto que Pablo VI a llevar a la práctica de un modo habitual las dimisiones por razón de edad. Todavía recientemente comentaba a Bueno Monreal, visiblemente envejecido, al que también había llegado la edad reglamentaria, que siguiera porque le veía en buena forma. Pocas horas después le sobrevino la trombosis que lo mantiene semiparalizado. Este no es el caso del cardenal Tarancón que disfruta de una excelenta salud, física y mental.

El arzobispo de Madrid nació en Burriana (Castellón) el 14 de mayo de 1907, ordenado sacerdote el 1 de noviembre de 1929. Fue elegido obispo de Solsona el 25 de noviembre de 1945, siendo entonces el obispo más joven de España, con un futuro prometedor. Pero una pastoral social suya, publicada en 1950, le hizo caer en desgracia y en Solsona tuvo que pasar dieciocho años. De ahí pasó a la archidiácesis de Oviedo, el 12 de abril de 1964. Luego fue nombrado cardenal Primado de Toledo, un 30 de enero de 1969 y finalmente, el 30 de mayo de 1971, administrador apostólico de Madrid, tras la muerte de Casimiro Morcillo. En diciembre del mismo año se le nombró titular de la capital del Reino. Fue creado cardenal por Pablo VI en el consistorio del 28 de abril de 1969. Tarancón que ha tratado a cinco papas, es una típica creatura montiniana: en aquel Vaticano el obispo valenciano encontró apoyo constante para la puesta a punto de lo que Aranguren ha llamado el taranconismo: desenganche del franquismo y un cambio político sin rupturas.

Tres son los prelados espanoles que en este momento han presentado la renuncia a sus cargos: el cardenal Bueno Monreal de Sevilla, el arzobispo de Tarragona, Pont y Gol, y ahora el cardenal de Madrid. No se preveen cambios al menos hasta después de la visita de Karol Wojtyla a España. El cardenal Tarancón pasó el día de su aniversario fuera de Madrid.

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