Derecho a la cultura
El título 12, capítulo 32, artículo 44, punto 1 de la Constitución española, que se refiere al acceso a la cultura de los españoles como derecho inalienable, dice textualmente:"Los poderes públicos promoverán y tutelarán el acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho". Examinando dicho párrafo, vemos que dice todos y no sólo aquellas personas que, esgrimiendo su libertad de elección, han escogido como enseñanza ideal la privada.
Ciertamente, como todo el mundo sabe, existen dos formas de tener acceso a la cultura dentro de una sociedad occidental, por lo que dejamos fuera de ésta el autodidactismo, el cual sólo es posible en mentes privilegiadas. Una de estas formas es el camino de la enseñanza privada, que, como su nombre indica, no es estatal. El otro camino, para los menos pudientes -en nuestro caso, en la España en que vivimos, la inmensa mayoría-, es la enseñanza estatal, que, si nos remitimos a una mera concepción semántica, es dependiente del Estado.
Del planteamiento, pues, sale la duda, y de la duda surge la pregunta: ¿Por qué los fondos destinados a becas para el curso 1982-1983 se van a repartir fundamentalmente entre los miembros de una enseñanza no estatal, teniendo en cuenta que dichos fondos salen del bolsillo de los contribuyentes, que en su mayoría son los menos pudientes? ¿Acaso olvida el Gobierno el artículo 14 de la Constitución Española?, en donde se dice: "Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social". ¿Será quizá por temor a que las clases más débiles -económicamente hablando- salgan de la incultura?/
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