Miércoles blanco
El Madrid fue derrotado en Cádiz el pasado domingo y venció en Viena al Rapid. El Valencia fue escandalosamente goleado en el Camp Nou y en Mestalla apabulló al Hajdut Split. El Madrid no jugó bien en en el Prater, pero obtuvo un resultado óptimo. El Valencia jugó mal, y en medio de las protestas del público, goleó. Boskov no estaba en entredicho, porque la casa blanca suele mantener a sus entrenadores contra viento y marea, pero regresó fortalecido. PasICgUito, que prefiere el despacho de secretario técnico al banquillo, se salvó de la quema.Nadie hubiera dado un duro por el Madrid y, sin embargo, triunfó donde más lo necesitaba. Para un club como el Madrid continuar en competición europea, aunque sea en la que siempre ha menospreciado, es económicamente trascendental. Una nueva ronda es un respiro. Para el Valencia no apearse del tren europeo sirve además para calmar a una afición que ve de nuevo que la se le escapa nada más empezar.
El Valencla busca entrenador para suplir a Pasiego. Pensar en Max Merkel es un absurdo. Pensar en cualquier preparador forárico, también. A estas alturas de la Liga no puede dar buen resultado, Los de casa están al día de lo que sucede en el fútbol español. Y saben quién es quién. Un recién llegado comienza a enterarse al final de la campana.
Esta vez no ha habido ocasión para hablar del miércoles negro.
