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La crisis en Unión de Centro Democrático

El presidente Calvo Sotelo presentará al Comité Ejecutivo de UCD un nuevo "documento de integración"

El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, presentará en la reunión del Comité Ejecutivo de Unión de Centro Democrático (UCD) prevista para hoy, un documento en el que se reafirma el carácter centrista, moderado, reformista y progresista del partido y se establece que los miembros que van a integrar el comité electoral -encargado de elaborar las candidaturas para las próximas elecciones generales- serán «representativos de las diferentes corrientes ideológicas que integran UCD». EL PAIS ha podido saber que este nuevo «documento de integración» fue redactado hace dos días por Rafael Arias Salgado y Fernando Abril (dos hombres muy próximos al ex presidente Suárez), supervisado y modificado por los ministros de Exteriores y Justicia, José Pedro Pérez-Llorca y Pío Cabanillas, respectivamente, y aprobado por Leopoldo Calvo Sotelo.

El mencionado documento, que pretende ser una prueba de que no va a producirse una derechización en el partido del Gobierno, tiene un precio: la dimisión de Agustín Rodríguez Sahagún como presidente del partido y su sustitución por Calvo Sotelo y, muy probablemente, la del secretario general, Rafael Calvo Ortega, que será relevado, según todos los indicios, bien por el titular de Agricultura, Jaime Lamo de Espinosa, bien por Rodolfo Martín Villa. Lamo, por su condición de hombre cercano a Adolfo Suárez, podría ser el puente, ya que cuenta con el visto bueno del presidente del Gobierno aunque es cuestionado por los democristianos y los liberales.Dada la condición de ministro de Jaime Lamo, y teniendo en cuenta que Calvo Sotelo no desea remodelar su Gabinete hasta que los Presupuestos Generales del Estado sean aprobados por el Pleno del Congreso, es muy probable que simultanee ambos cargos, el de titular de Agricultura y Pesca y el de secretario general del partido, durante un corto período de tiempo.

Fuentes del sector crítico y del sector suarista, consultadas ayer por EL PAIS, destacaron el muy activo papel que está desempañando en el desarrollo de la crisis centrista el ex vicepresidente económico Fernando Abril. Según las citadas fuentes, tanto Agustín Rodríguez Sahagún como Rafael Calvo Ortega están actuando bajo criterios de generosidad personal, en aras del buen entendimiento interno. Abril, sin embargo, podría presentar una actitud más batalladora que sus compañeros de grupo en la reunión de hoy.

Inoportunas declaraciones

Tras plantearse el debate de la conveniencia o no de mantener la bicefalia en UCD, en la reunión del ejecutivo centrista de la pasada semana, al día siguiente, martes, Adolfo Suárez, Fernando Abril, Rafael Calvo y Rafael Arias Salgado mantuvieron una cena en la que contemplaron la necesidad de unificar ambas presidencias en la persona de Leopoldo Calvo Sotelo. Los comensales llegaron a la conclusión de que, manteniendo el compromiso de la no derechización de UCD, había que evitar a toda costa el deterioro de imagen que suponía el constante espectáculo de la lucha por el poder dentro de UCD.

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Sin embarco, cuando se enteraron por la radio de las declaraciones de Luis Sánchez Merlo, en el sentido de que seis ministros habían decidido obligar a dimitir a Rodríguez Sahagún en la reunión que celebraron en la Moncloa, reconsideraron sus planteamientos al considerar antidemocrático el método de sustitución. Fue entonces cuando comenzó el verdadero pulso de fuerza entre Suárez y Calvo Sotelo.

Resuelto, en principio, el tema de la sustitución del secretario general y del presidente centrista, queda por dilucidar otro puesto de gran poder en el partido: el del portavoz del grupo parlamentario, actualmente ocupado por Miguel Herrero de Miñón. Las tensiones que dicho puesto puede suscitar llegan a tal punto de intensidad que lo más probable es que quede aparcado, y las elecciones a portavoz sean simultáneas a la crisis de gobierno. Un hecho cierto es que los suaristas no aceptan la continuidad de Miguel Herrero, de quien Fernando Abril llegó a decir que «había destruido el partido», mientras que su permanencia es insistentemente solicitada por los críticos. El actual ministro de Cultura, Iñigo Cavero, podría ser su sustituto, pero los miembros de la plataforma moderada ya han advertido que sólo apoyarán su candidatura en el caso de que Miguel Herrero renuncie a presentarse a la reelección.

Un arma de doble filo

Una vez conocida la existencia del documento que hoy presentará Calvo Sotelo al Comité Ejecutivo, algunos dirigentes centristas consultados por este periódico mostraron sus dudas ante lo que consideran que puede ser un parche a la crisis. De hecho, circulaba ayer una versión que apuntaba en el sentido de que el citado documento podría ser un arma de doble filo, es decir, que, por un lado, sirva para la pacificación interna de UCD, pero, por otro, en el supuesto de que Calvo Sotelo tomara alguna decisión de gobierno, que los suaristas considerasen derechista, el documento serviría como prueba de que, al no haberse respetado su contenido, Adolfo Suárez y sus seguidores se verían obligados a abandonar el partido,

Esta posibilidad era considerada ayer por las citadas fuentes como un elemento de potencial inestabilidad parlamentaria, especialmente peligrosa, teniendo en puertas la celebración del juicio del 23-F. Temas como la autorización de la televisión privada en España o los pormenores del pacto con Alianza Popular en el Parlamento de Galicia, sobre los que persisten serias discrepancias internas en el seno del Comité Ejecutivo, penden sobre el futuro inmediato de UCD como una espada de Damocles.

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