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Gran actividad del ministro francés de Asuntos Exteriores en Marruecos

En menos de veinticuatro horas de visita oficial a Marruecos, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Claude Cheysson, inició una modesta meditación acerca del conflicto del Sahara; discutió sobre el Chad, Oriente Próximo y Cancún, y despachó una importante agenda de temas bilaterales con sus interlocutores marroquíes.

Claude Cheysson había expresado su deseo de no recibir a la Prensa durante su estancia en Marruecos, posiblemente para evitar preguntas embarazosas sobre las relaciones de los socialistas franceses con Marruecos y el Polisario, respectivamente. Cheysson llegó a mediodía de ayer a Fez y fue recibido poco después por el rey Hassan II en su palacio invernal de Ifrane.Esta conversación con el monarca marroquí parece particularmente significativa después de la entrevista sostenida en Cancún por Cheysson con el jefe del Estado argelino, Chadly Benjedid, a la luz de la grave tensión que prevalece en el Magreb y que puede llevar a la guerra a tres países -Marruecos, Argelia y Mauritania- donde Francia tiene grandes intereses, y a pocos días de la visita que debe efectuar a Argel el presidente francés, François Mitterrand.

Pocas horas antes de la llegada de Cheysson se había marchado de Marruecos el secretario general de la Organización para la Unidad Africana (OUA), Edem Kodjo, después de expresar su convencimiento de que es posible que el comité de puesta en práctica de los acuerdos de Nairobi II sobre un referéndum para los saharauis pueda reanudar sus trabajos.

Otro de los temas tratados por Cheysson con el rey Hassan II es el proyectado viaje del monarca marroquí a París la semana próxima para asistir a la conferencia franco-africana y que puede contrariar los proyectos del presidente Mitterrand de hacer de su visita a Argelia el primer encuentro con el Magreb como presidente de Francia, un encuentro que París y Argel rodean de la mayor solemnidad y colocan bajo el signo del reencuentro.

Intercesión francesa

A pesar de que han amainado los enfrentamientos verbales entre los socialistas franceses y el Gobierno marroquí, la situación de los socialistas marroquíes actual, y en particular la prolongación del encarcelamiento del líder socialista Abderrahim Buabid, muy conocido en Francia y amigo personal de Mitterrand, gravita en torno a los contactos Rabat-París. Se cree que Cheysson ha intercedido de nuevo por Buabid, pero ya hace unos días fracasó una gestión similar del ex presidente senegalés y amigo del rey Hassan II Leopoldo Senghor.Entre los temas internacionales tratados está la cuestión del Chad y la disposición de Francia a cooperar con una eventual fuerza africana que fuese colocada al servicio del presidente Ukuni Ueddei para sustituir a las tropas libias.

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El secretario general de la OUA, Edem Kodjo, había dicho a este respecto antes de partir que varios países africanos, entre ellos Egipto y Nigeria, se habían declarado dispuestos a integrar la citada fuerza.

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