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Una genialidad de Dieguito derrotó al Atlético

Un pase de Dieguito a la red resovió el encuentro entre el Cádiz y, el Atlético. El equipo andaluz apenas quiso saber nada del partido una vez que marcó su gol, y el Atlético confirmó que el momento de juego de algunos de sus hombres no es bueno y por culpa de ello dejó escapar una buena oportunidad de puntuar. El Cádiz jugó todo el segundo tiempo tratando de defender el resultado. echado atrás y sin querer apenas exponerse en contraataques, pero el Atlético careció de fútbol para conseguir el gol, si bien es cierto que pudo haberlo logrado, caso de señalar Sánchez Arminio un penalti del que fue objeto Rubio.El partido empezó con vistosidad. El Cádiz replegaba algo a sus extremos Mané 1 y Dieguito y echaba balones largos a los huecos que ese repliegue abría en los laterales de la defensa del Atlético. En el centro, Gallis luchaba con Balbino y, Arteche en inferioridad de condiciones, y no sabía sacar partido de los balones que le llegaban. En la media. Luque, un jugador de espléndido despliegue físico, se imponía a Dirceu, y además de anular a éste se apuntaba galopadas hacia arriba que encendían al público. Aunque: Mejías no conseguía imponerse a Ruiz y Linares jugaba cautelosamente por delante de su defensa, el Cádiz tenía con Luque y con el buen lateral Juanjo la suficiente fuerza como para asustar al Atlético.

Por lo que respecta a los rojiblancos, sus hombres ofensivos de la media, Dirceu y Quique, estuvieron flojos, si bien el segundo fuearriba en el curso del partido mientras que el brasileño se apagaba cada vez más. Como casi siempre, Marcos trabajaba en la media punta, sin apoyo atrás y con poca colaboración delante, donde Rubio conectaba poco con él y Cabrera tampoco sabía sacar partido del juego que le llegaba.

El dominio del Cádiz se tradujo en la primera fase del partido en dos espléndidos disparos de Hugo Vaca en el lanzamiento de sendas faltas y en el sensacional gol de Dieguito, que exhibió en la jugada habilidad para manejar el balón dentro del área, donde más cortas son las distancias, y temple para colocarlo suavemente en el punto de la portería al que de ninguna manera podía llegar Aguinaga. Pero este espléndido gol iba a ser, paradójicamente, lo que condenara el partido al fracaso. El Cádiz, por el calor que le dio este tanto y por los ánimos de su público, presiono durante algunos minutos más, pero pronto comenzó a pensar en el descanso, y durante el segundo tiempo no hizo otra cosa que esperar el final del partido.

Así, asistimos a un segundo tiempo que el Cádiz jugó íntegramente como se juegan los dos últimos minutos de un partido cuando se lleva ventaja de un gol, como era el caso. Muy pronto Milosevich, el entrenador del Cádiz, sustituyó al checoslovaco Gallis por López, centrocampista, para reforzar la capacidad defensiva de su equipo en medio campo. Más tarde retiraría a Mané 1, renqueante, para dar entrada a Choquet. Por su parte, Carriega, en busca de más poder ofensivo, quitó a Balbino para retrasar a Ruiz en la defensa y colocar a Mínguez en la media. El Atlético fue durante toda la segunda parte el dueño del campo y del balón, pero no tuvo fútbol y mucho menos remate.

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