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"Voyager II" un ingenio casi perfecto

Cuando el 20 de agosto de 1977 los científicos lanzaron al espacio la Voyager II, sonda espacial muy parecida a la Voyager l, que visitó Saturno en noviembre pasado, quizás no sospechaban que ese ingenio fuera a dar los asombrosos resultados conseguidos. La Voyager II pesa 825 kilogramos, de los que 117 corresponden a instrumental. La sonda propiamente dicha tiene forma de un cilindro aplastado de aproximadamente 1,80 metros de diámetro. Está provista de una antena parabólica de 3,66 metros de diámetro y es capaz de proyectar en todas direcciones otras dos antenas, además de las pequeñas plataformas sobre las que están instalados los equipos.La Voyager II se alimenta de energía suministrada por tres generadores de isótopos nucleares. Las modificaciones de trayectoria son ordenadas por tres ordenadores manejados desde la Tierra. La sonda puede efectuar tomas de vistas mediante la ayuda de dos cámaras, así como medición de rayos cósmicos, campos magnéticos y vientos solares. Las modificaciones de trayectoria y orientación en el espacio de la Voyager II se realizan mediante doce motores de posición y cuatro principales con una reserva de 104 kilogramos de hydracina.

Más información
Hay miles de anillos independientes alrededor de Saturno, según los descubrimientos de la "Voyager II"

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