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La muerte de una joven fue, en realidad, un homicidio

Un muchacho de quince años, identificado por la policía con las iniciales R. T. B., de nacionalidad india, fue detenido por inspectores de la comisaría de Universidad como presunto autor de la muerte de Hortensia Rodríguez Caravaca, de veintidós años, quien parecía haberse suicidado al tirarse desde la planta catorce de un edificio situado en la plaza de España, el pasado día 17 de este mes, según informó la Jefatura Superior de Policía de Madrid.El hecho ocurrió a las 18.05 horas de ese día, cuando la fallecida, que trabajaba como secretaria en la empresa Solax, situada en el citado edificio, cayó desde el piso catorce al vacío. Los indicios, en un principio, apuntaban a que tal acción había sido un suicidio, extremo que después ha sido descartado.

La joven Hortensia Rodríguez estaba aquella tarde sola en las oficinas de la empresa, y el muchacho R. T. B., que trabajaba como mozo del almacén, había presentado una coartada casi perfecta. Sin embargo, los inspectores de policía, tras realizar una inspección ocular en los diferentes despachos de la empresa, hallaron algunos indicios que podían apuntar hacia un posible crimen.

Las investigaciones policiales se centraron en varios sospechosos, especialmente en el muchacho indio, quien declaró haberse ausentado algunos minutos antes de producirse el hecho. Más tarde, la policía pudo averiguar que su coartada era falsa, y al efectuar éstos un registro en la vivienda que el chico ocupaba descubrieron 211.000 pesetas, cantidad esta que había sido sustraída de una caja de caudales portátil de las que disponía la secretaria muerta para pagar las facturas que llegaban a las oficinas de la empresa. Este dinero, además, se encontraba distribuido en dos paquetes, de manera similar a como lo hacía Hortensia Rodríguez.

Todo esto, según informó la policía, hizo que los inspectores detuvieran a R. T. B., quien, como menor, fue interrogado ante su representante legal. El menor reconoció haber arrojado a Hortensia por una de las ventanas de las citadas oficinas, si bien ella había perdido ya el conocimiento a causa de un golpe que le dio en la cabeza.

El móvil del crimen parece ser el robo de la cantidad anteriormente citada, ya que, nada más arrojar el cuerpo al vacío, el presunto homicida tomó con rapidez el dinero y huyó después de cerrar tras sí la puerta de la oficina. De ahí, el menor se trasladó a un establecimiento desde donde efectuó una llamada telefónica con el fin de buscarse una coartada.

R. T. B. vino a España desde Bombay, su ciudad natal, en noviembre del año pasado. Su intención era trabajar en la empresa, de la que es titular un pariente suyo, y al mismo tiempo estudiar, aunque esto último sólo lo hizo durante tres meses, por incompatibilidad con su horario laboral.

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Detenidos ocho menores

Ocho menores fueron presentados en las dependencias policiales por la comisión de tres diferentes acciones en menos de ocho horas durante la noche del pasado lunes.A cuatro varones, todos ellos de catorce años, les fue intervenido un autorradio que habían sustraído de un turismo en el que habían circulado anteriormente por espacio de seis horas, siendo localizados después en la zona de Tetuán de las Victorias. Otros tres menores, de catorce, trece y doce años, fueron sorprendidos por la policía cuando procedían a realizar un robo de chatarra en un solar de San Blas. Por último, a un muchacho de quince años le fue intervenido un macuto en el que portaba diversos efectos que había conseguido en el club juvenil de la calle de Campos Ibáñez.

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