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Necesidad de un cambio integral en la tutela del Estado sobre los delincuentes juveniles

Los problemas de delincuencia y marginación que plantean los menores en la sociedad española actual responden a una situación de cambio en las formas de vida que se inscribe plenamente en los conflictos sociales. Esta ha sido una de las conclusiones generales de las IV Jornadas Nacionales sobre Inadaptación Social y Recuperación de Menores, que se han celebrado en Madrid.

En dichas jornadas, organizadas por el grupo Promesa en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y el Colegio Oficial de Psicólogos, se ha revelado con toda claridad la contradicción esencial que existe hoy día en España entre las instituciones tutelares dependientes del Ministerio de Justicia dedicadas a reprimir la conducta delictiva de los menores y la mayor parte de las personas (psicólogos, asistentes sociales, etcétera) que trabajan en contacto con los menores problemáticos.La línea oficial, tal y como ha sido calificada en el transcurso de estos, debates, el conjunto de iniciativas de poder en materia de control de la delincuencia infantil y juvenil, no parece haber dado respuesta a ninguna de las interrogantes que se plantearon a lo largo de las sesiones. Esta característica represiva y controladora de los centros de menores que funcionan en España, dependiendo del Ministerio de Justicia, es la que más duramente ha sido criticada por unos trescientos especialistas participantes en las jornadas, que plantearon la necesidad urgente de que los centros sean meramente asistenciales y tengan en cuenta la situación y la mentalidad del menor a la hora de ofrecerle su ayuda.

Se hizo hincapié en los aspectos preventivos sobre los represivos -estos últimos serian imprescindibles en un número limitado de casos- y de un cambio integral en la actitud tutelar del Estado.

Alternativas posibles

En lo que respecta a las conclusiones que se han tomado sobre aspectos concretos, hay que señalar el análisis efectuado sobre las que están detrás de esas conductas antisociales o delictivas de los menores, los procedimientos correctivos que se aplican actualmente y las alternativas posibles a estos procedimientos, que han venido demostrando su ineficacia, en opinión de los participantes.

Dentro de esa causalidad, origen de la delincuencia infantil o juvenil, se describieron situaciones que se ejercen desde la sociedad de extrema violencia contra el niño, situando estos problemas en el marco de una vida moderna donde el tiempo de ocio de que dispone el menor se ha convertido en una trampa consumista a la que es prácticamente imposible sustraerse. Como dato curioso, se señaló el valor de juego que teñían hace tiempo los objetos más insignificantes, y que hoy ha sido sustituido por una serie de máquinas sofisticadas, cuya utilización es sumamente cara. Los flipers que hoy entusiasman a los niños y adolescentes suponen un gasto excesivo para la mayoría de los chicos.

En la tipología de esa delincuencia, que los propios medios de comunicación han denunciado repetidamente e incluso inadecuadamente, en opinión de los participantes en las jornadas, se citaron los casos, cada vez más frecuentes, de utilización delictiva del menor por parte de adultos. En el capítulo de análisis de las actuaciones preventivas, los participantes coincidieron también en señalar un exceso de redadas y detenciones por parte de la policía en determinados barrios, lo cual, si muchas veces está justificado, supone, sin embargo, un amargo aprendizaje para el menor. Frente a este pesimismo que se desprende del análisis de la situación presente, en las IV Jornadas Nacionales sobre Inadaptación Social y Protección de Menores se citaron también algunas interesantes experiencias alternativas.

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