España podrá seguir pescando hasta junio en aguas portuguesas

Los pesqueros españoles que faenan tradicionalmente en aguas portuguesas podrán continuar haciéndolo al menos durante los próximos cuatro meses, tras la firma de un acuerdo provisional entre ambos países, suscrito ayer en Lisboa. A lo largo de los próximos meses, sin la hipoteca de un posible amarre de la flota, las delegaciones de España y Portugal tratarán de llegar a un acuerdo más amplio que regule las relaciones pesqueras hasta que uno de los dos países ingrese en la Comunidad Económica Europea.

A últimas horas de la mañana del domingo, cuando el subsecretario español de Pesca se disponía a tomar el avión de regreso a Madrid, tras la ruptura formal de las negociaciones entre ambos países, se produjo una llamada de la Administración española a nuestros negociadores. Estos recibieron instrucciones para que volvieran a reunirse con la delegación portuguesa, y a los pocos momentos de iniciarse el encuentro se llegó al acuerdo.El acuerdo básicamente consiste en la reducción del número de buques de arrastre en número de buques de arrastre en un 35% respecto a la flota que faenaba hasta ahora, aunque toda la flota podrá faenar, ya que todas las licencias serán rotatorias y ningún barco se verá obligado a dejar de forma permanente las aguas portuguesas. Esta reducción de licencias permite una reducción del esfuerzo pesquero y facilitará el estudio de la reestructuración de la flota afectada.

El subsecretario de Pesca, Miguel Aldasoro, declaró poco después de la firma que «una serie de estudios han sido encargados a varios científicos de los dos países, que analizarán conjuntamente las reservas en las aguas de la Península Ibérica, fundamentalmente en especies como el jurel, la cigala y la merluza, a las que va dirigida la pesca de arrastre».

En cifras concretas, Portugal ha concedido a nuestro país 297 licencias (55 para arrastreros), para faenar en sus aguas, y España ha concedido 279 licencias (45 para arrastreros), a la flota portuguesa, para que haga lo propio en nuestras aguas jurisdiccionales. La mayor potencia de los arrastreros portugueses explica el mayor número de licencias concedido a nuestro país.

Las relaciones pesqueras entre España y Portugal estaban determinadas, hasta ahora, por el acuerdo bilateral suscrito en 1969, que fijaba unas negociaciones anuales hasta 1989 para la concesión mutua de licencias.

El plazo de cuatro meses suscrito ayer fue acordado cuando se demostró que era imposible que los dos países fijaran el plan de pesca bilateral para 1981. Las conversaciones se habían sucedido en los últimos meses -el domingo terminaba sin acuerdo la cuarta ronda de negociaciones-, y hasta ahora se había evitado el amarre de las flotas, prorrogando mensualmente las condiciones de pesca pactadas para 1980.