Otra puerta se abre
Ha fallado Suárez, no la democracia. Ha caído un Gobierno, perdura el sistema. Era la apática continuidad del presidente lo que nos preocupaba; precisamente por eso, de su dimisión lo que extraemos son estímulos de firmeza y esperanza. (...)Se precisan otros modos, otras voces y otros rostros. UCD va a tener que aprender a caminar por sí misma, y he aquí su primer gran reto: la renovación del liderazgo ahora vacío. Tras cualquiera de los cuatro o cinco nombres más en el ánimo de todos puede haber un buen jefe de Gobierno. Lo importante es que el elegido tenga la legitimación que emana de una selección democrática y que, escarmentado en cabeza ajena, soslaye las equivocaciones de planteamiento que anegaban hasta ayer las cañerías del poder.
30 de enero