El futuro de Crady, pendiente de la banca
El futuro de Crady, empresa gijonesa dedicada a la fabricación de aparellaje eléctrico, con una plantilla de setecientos trabajadores, depende de los bancos Hispano, Herrero y Caja de Ahorros de Asturias, propietarios del 83,4% del capital de la sociedad, una vez que la Administración se niega a facilitar los 225 millones de pesetas necesarios para recuperar la normalidad del proceso productivo.Esta normalidad está gravemente alterada por la negativa de los proveedores a facilitar la materia prima sin garantías suficientes de cobro, como consecuencia del cambio de política del nuevo equipo económico del Gobierno que ha abandonado el saneamiento individual de las empresas para acudir al tratamiento sectorial.
Las gestiones llevadas a cabo por el gobernador civil, Jorge Fernández, con Hacienda y la Seguridad Social para conseguir una moratoria en el pago de las deudas contraídas por Crady van por buen camino y reducen a 125 millones de pesetas la cantidad que deberían aportar de inmediato las tres entidades bancarias para iniciar el nuevo plan de reflotamiento de esta empresa, que ya en otra ocasión estuvo al borde del cierre.
Las negociaciones que llevan a cabo representantes de la empresa y de los trabajadores chocan con dos obstáculos principales: las resistencias iniciales del Banco Herrero y la oposición de las secciones sindicales al proyecto de la dirección de reducir la plantilla en 155 trabajadores. El «plan de viabilidad» elaborado por el consejo de administración prevé adem.ás la aplicación de medidas correctoras de carácter financiero, incrementos salariales moderados, la mejora de la red comercial y la ampliación del catálogo de productos.
Crady cubre el 20% de la demanda nacional de los productos que fabrica. Según la clase de artículos, la cobertura de la demanda española oscila entre el 18% y el ciento por ciento.
