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PRENSA

El ataque del Gobierno francés a "Le Monde", calificado como "castigo político"

La denuncia ante los tribunales contra el diario independiente Le Monde por parte del ministro de Justicia, Alain Peyrefitte, provoca reacciones en cadena: los partidos políticos, los sindicatos, los medios profesionales y organizaciones diversas se solidarizan con el periódico y coinciden con el carácter político de la demanda. El partido comunista mantiene silencio, mientras el gaullista, de la mayoría gubernamental, ataca duramente al Gobierno.

El secretario general del movimiento gaullista (RPR), Bernard Pons, estima que la denuncia contra Le Monde revela «una pérdida de sangre fría por parte del Gobierno». Como los socialistas, el sindicato de abogados, el sindicato de la magistratura, los sindicatos de periodistas y los partidos políticos de la oposición, salvo el comunista, el dirigente gaullista se presenta por las verdaderas intenciones del Gobierno, que oficialmente denuncia a Le Monde por cinco artículos que criticaban la justicia: «Es posible preguntarse», dice, «si no se trata de una advertencia a un gran periódico independiente y de un castigo por sus actitudes políticas, que no corresponden siempre a las del Gobierno». Resulta extraño, en efecto, que el ministro de Justicia se apoye en artículos aparecidos hace ya cerca de tres años para denunciar al diario.Por el contrario, Le Monde, en las elecciones presidenciales de 1974 y en las legislativas de 1978, más o menos expresamente, invitó a votar por las fuerzas de la oposición. Los próximos comicios presidenciales se celebrarán en la primavera de 1981, y todos los candidatos, oficiales o potenciales, como el presidente Valéry Giscard d'Estaing, han iniciado sus maniobras. Días pasados, en el que se consideró como su primer discurso electoral, pronunciado en la villa de Autun, Giscard pronunció una frase, refiriéndose a las garantías de la seguridad de los franceses, que ahora recuerdan los observadores para «valorar todo su conténido». Giscard había amenazado: «El Gobierno manejará toda la firmeza cada vez que sea necesario y con quien sea necesario».

Le Monde fue el periódico que, con un amplio despliegue y dada su influencia, le confirió dimensión internacional al asunto de los diamantes de Bokassa. Ultimamente ha criticado duramente el proyecto Seguridad y libertad, de Peyrefitte. Ha revelado recientemente irregularidades graves, como la sustracción de documentos, referentes a los diamantes, del informe de Roger Delpey, un amigo de Bokassa encarcelado por motivos sospechosos cuando se disponía a escribir lasmemorias del ex emperador centroafricano. Peyrefitte, para inayor descrédito de Le Monde, afirmó anteayer que «no se trata de un delito de Prensa, sino de un delito de derecho común que se aplica a todos los franceses».

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