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El "ultra" Emilio Hellín será trasladado mañana a la prisión de Herrera de la Mancha

El ultraderechista y militante de Fuerza Nueva Emilio Hellín, detenido el pasado día 10 de febrero como presunto asesino de la joven Yolanda González, capturado ayer en Madrid una hora después de haberse fugado de la cárcel de Alcalá de Henares en compañía de diez presos comunes, será trasladado mañana a la cárcel de Herrera de la Mancha, considerada como la más segura del país. Igual suerte correrán los otros dos presos detenidos en compañía de Hellín -Eduardo Lorca y Leonardo Coelho-. Mientras tanto, los otros siete internos fugados continuaban sin ser localizados en el día de ayer, a pesar del amplio despliegue policial.

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Se investiga una posible negligencia de funcionarios de Alcalá

Mientras Hellín, Lorca y Coelho permanecen en los locales de la Dirección de Seguridad del Estado, el ministro de Justicia ordenó la apertura de una investigación para conocer los detalles de la fuga, cómo pudieron ser introducidas en la prisión las tres pistolas utilizadas en la evasión y la posible complicidad o, en su caso, negligencia de presos o funcionarios de la cárcel.De los interrogatorios efectuados a Hellín y a los otros dos reclusos se ha podido filtrar que el ultraderechista negó cualquier participación en la fuga, y aseguró que se había limitado a escapar cuando se lo ofrecieron los reclusos comunes. Mientras tanto, en los mismos locales de la DSE, el interno Eduardo Lorca intentó suicidarse, o al menos autoproducirse lesiones, al arrojarse contra una ventana. No consiguió su objetivo y se produjo lesiones que no revisten gravedad. También Emilio Hellín mejora de las dos heridas de bala que le causó la policía en el tiroteo previo, a su detención.

Hellín, un recluso peligroso

Respecto a los antecedentes de la fuga, parece afirmarse la hipótesis de que Emilio Hellín era considerado en el centro penitenciario de Alcalá de Henares un recluso especialmente peligroso, que podía tener un proyecto de evasión, y que, por ello, la dirección del centro había pedido al Juzgado Central de Instrucción número 1 que fuera trasladado a una prisión más segura. El juzgado ha hecho pública una nota en la que se explica que únicamente ordenó que este traslado se aplazase hasta después del 21 de mayo pasado, y que con posterioridad a esa fecha no ha recibido nuevas peticiones.El Juzgado Central de Instrucción número 1 ha dado a conocer el contenido de los teIegramas cruzados con la dirección del centro penitenciario. Según sus informaciones, el director de la cárcel de Alcalá, José Mateo Pérez, envió al juzgado el siguiente texto: «Ruego comunique misma vía si existe inconveniente se efectúe traslado a otro centro, por razones de seguridad, de Ignacio Abad Velázquez y Emilio Hellín Moro, que están a su disposición en el sumario 34/1980».

El Juzgado Central de Instrucción número 1 contestó, el 30 de abril, con el siguiente telegrama, dirigido al propio director del centro penitenciario: «En contestación a su telegrama del día 29-4-1980, participo a V. S. que no es posible acceder a efectuar el traslado de los internos a ese centro Ignacio Abad Velavázquez y Emilio Hellín Moro, debido a estar señaladas las fechas del 13 y el 21 de mayo de este año para practicar diligencias con los referidos internos, habiéndose ya dado las órdenes oportunas a las autoridades competentes para el traslado a este juzgado en las fechas indicadas». En el telegrama se explicaba que, «transcurridas las fechas indicadas, será posible acceder al traslado solicitado, caso de no tener necesidad de practicar más diligencias, ( ... ) debiendo solicitar de nuevo autorización para el traslado pasadas dichas fechas», aclaración que aparecería después de un ruego de que fueran extremadas las medidas de seguridad.

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En la nota hecha pública por el juzgado se añade que, después del 21 de mayo, ni la dirección del centro penitenciario de Alcalá de Henares ni la Dirección General de Instituciones Penitenciarias han solicitado nuevamente el traslado «de los referidos. procesados ni a la prisión de Cartagena ni a ninguna otra. Ello aparte de que tales traslados se vienen realizando por dicha dirección sin más que ponerlo después en conocimiento de los respectivos juzgados».

Los nuevos datos que circularon ayer sobre la personalidad de los fugados parecían coincidir en el hecho de que en medios competentes del centro penitenciario se consideraba a Emilio Hellín como un recluso especialmente peligroso, extremo que parece ser avalado por el telegrama remitido por la dirección al juzgado número 1. La agencia informativa Europa Press cita a fuentes policiales competentes y apunta que Hellín ofreció refugio seguro en Madrid a los reclusos que le ayudaran a evadirse. En otros casos se apuntaban la posible complicidad de algún funcionario del centro y el que Hellín hubiese ofrecido dinero a sus compañeros de fuga. Pero todas las fuentes se mostraban de acuerdo en que Hellín estaba reputado como un preso «que podía fugarse en cualquier momento».

Esta supuesta peligrosidad explicaría la elección de la cárcel de Cartagena como opción para él, toda vez que se estima a este centro corno más seguro que el de Alcalá. Además del traslado de Hellín, había sido Pedido el de otros reclusos ultraderechistas cuyos nombres no han sido revelados.

Historiales de los fugados

Al margen de los antecedentes de Emilio Hellín, ayer fueron hechos públicos los de sus compañeros de evasión. Leonardo Coelho Aragar, portugués, había ingresado en el centro sólo unos días antes de la fuga, concretamente el 10 del mes actual. Estaba acusado de falsificar moneda y de depósito de armas, y ha sido propuesta su expulsión de España por la Dirección de la Seguridad del Estado. Eduardo Lorca Ríos, chileno, había llegado a la prisión el 17 de marzo pasado, bajo la acusación de tres robos, y también había sido propuesta su expulsión. Estos dos reclusos fueron nuevamente detenidos, junto con Emilio Hellín, poco después de la fuga.Rolando Alfredo Azcona, argentino, encausado por asesinato, había ingresado el 11 de agosto, hace algo más de dos semanas. Francisco Pareja García, español, permanecía en Alcalá desde el 16 de octubre de 1979; en su historial figuran dos detenciones y nueve arrestos por robo y tráfico y consumo de estupefacientes. Carlos Augusto Martínez, colombiano, estaba en el centro desde el pasado 28 de abril. Fue acusado de robo y había sido propuesta su expulsión. Carlos Alfonso Vargas, colombiano, llegó el 23 de agosto del año pasado, tiene antecedentes penales por robo y propuesta de expulsión. Juan Carlos Herera, argentino, habla ingresado el 26 de mavo de este año, acusado de robo con intimidación. Guillermo Gutiérrez, el décimo evadido, es colombiano, estaba en la cárcel desde el 16 de octubre de 1979.

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