El factor Ceballos
El medio del Madrid ha evolucionado hasta dejar de pensar cuando tiene el balón y ya piensa tocando


Mía, tuya, mía, tuya; toma, dame, toma, dame… Así es como Ceballos se fue adueñando del balón, que es la fórmula más vieja que tiene un jugador para apoderarse de un equipo. Ceballos siempre ha sido un futbolista muy técnico al que, para mi gusto, le penalizaba cierto barroquismo. Tenía el balón en los pies más de lo necesario y eso le quitaba dinámica al juego colectivo. Como se trata de un jugador inteligente, evolucionó hacia esta versión en la que ha dejado de pensar cuando tiene el balón. Ya piensa tocando. Lo hace con seguridad (no le importa jugar hacia atrás para evitar riesgos), con precisión (98% de acierto en secuencias de más de 100 pases) y más en corto que en largo.
El balón tiene la virtud de atraer rivales y, en este caso, también a compañeros. Recostado sobre la izquierda y al compás del mía, tuya, toma y dame, se le acerca el lateral, se asocia con el extremo, acude a la fiesta Bellingham y se muestra al espacio Mbappé. Frente al Salzburgo y Valladolid en el tiempo que estuvo en el campo, hizo un Kroos. Esto es, hizo girar el juego alrededor suyo. Sin los envíos largos que caracterizaban a Toni, pero jugando con precisión y criterio para favorecer el dominio y para aportar la tan necesaria pausa. Y así, como una máquina tejedora que va bordando fútbol, fue encontrando en las mejores condiciones a los fabulosos aceleradores de juego que tiene el Madrid en el último cuarto de campo. El gol no es cosa suya.
Un jugador que empezó su andadura profesional como mediapunta, no tiene, como característica saliente, capacidad para recuperar el balón. Pero en esta nueva versión, Ceballos aprendió a fajarse y a comportarse con el sentido solidario que exige el fútbol actual. Hasta se gana alguna tarjeta amarilla para que comprobemos su grado de compromiso. Además, qué mejor método defensivo que apoderarse del balón. Una prueba más de que el tiempo juega a favor de los futbolistas que juntan voluntad e inteligencia para asegurar la primera obligación de un profesional: la mejora constante.
Ceballos lleva en el club ocho temporadas (si incluimos esta) a las que hay que descontar las dos que fue cedido al Arsenal, siempre con un protagonismo medio, sin llegar al grado de indiscutible. Primero porque fue una víctima más de aquel triunvirato formado por Casemiro, Kroos y Modric, después con lesiones que siempre interrumpen y, finalmente, con un juego que no acababa de consolidarse. Pero ahora entró en otra dimensión, mostrando una gran madurez y cubriendo una necesidad.
La evolución de Ceballos habla bien de él y de su entrenador. Cierto periodismo insiste en elogiar a Ancelotti como gestor de vestuarios, una especie de psicólogo que evita conflictos. Virtud mayúscula, pero que dicha con cierta mala leche intenta desmerecer. Como si sus grandes triunfos hubieran salido de un repollo. Eso sí, les habla con cariño. Para alcanzar el éxito profesional de Carlo hacen falta muchas cosas y la primera se llama sabiduría. En fútbol eso se demuestra cuando un entrenador alcanza el mejor rendimiento posible con lo que tiene. “Haz lo que puedas con lo que tengas y donde estés”, dicen los marines, y ese cuento lo aplica el amable Ancelotti. Carlo no se queda quieto y siempre logra dar con las soluciones. Prueba, corrige, mejora y, finalmente, da con la armonía ecológica que le devuelve al equipo el equilibrio que tanto le gusta y la competitividad que es marca de la casa. Ceballos no es más que la última prueba. Otro recurso para tiempos de escasez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Más información
Archivado En
Últimas noticias
La brecha del gasto municipal en servicios sociales: de los 434 euros por habitante de Isla Cristina a los 36 de Galapagar
Anthony Hopkins celebra 50 años de sobriedad: “La vida es mucho mejor”
Los análisis genéticos sugieren que el virus de la peste porcina no salió del laboratorio de la Generalitat que estaba a cientos de metros
El Maccabi, multado por la Euroliga con diez mil euros por cánticos contra el Valencia y su entrenador Pedro Martínez
Lo más visto
- La Audiencia Nacional avala la decisión de Robles de retirar el nombre de Franco a una bandera de la Legión
- Rusia amenaza con romper las negociaciones tras acusar a Ucrania de atacar una residencia de Putin
- Trump anuncia la destrucción de una “gran instalación“ vinculada a las drogas en Venezuela
- Alain Aspect, Nobel de Física: “Einstein era tan inteligente que habría tenido que reconocer el entrelazamiento cuántico”
- Robles exige a Feijóo que pida disculpas por decir que el Ejército no acudió en ayuda de las víctimas de la dana






























































