Mary Quant,
la causante de la revolución llamada minifalda, no ha perdido aquel puesto de vanguardia alcanzado en los sesenta. Mary vuelve, como vuelve, invadiendo los ochenta, la década que la llevó a la fama. Aunque, en realidad, nunca se ha ido. La diseñadora inglesa ha mantenido todo este tiempo una completa industria de los productos más variados, cuya venta mundial ha reportado -solamente en 1979- más de setenta millones de libras (más de 12.000 millones de pesetas). La minifalda ya es casi un recuerdo gracioso para la Quant. Lo suyo ahora son los cosméticos, el calzado, los sombreros, los juguetes e incluso el mobiliario del hogar. Mientras tanto, los italianos anuncian para este otoño la sustitución de los pantalones por las faldas y el lanzamiento, para este otoño, de las medias negras.
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